Fue trasladado en ambulancia hasta un sanatorio de Río. Presidencia habló de “indisposición” y O Globo de una alteración cardíaca. Antes se cruzó con Biden y recibió una llamada de Trump.
Santiago Peña recibió sus 46 años con una inédita participación de Paraguay en la cumbre del G20 y un giro sorpresivo de su salud. El presidente fue traslado en ambulancia en medio del encuentro con potencias mundiales en Río de Janeiro por un motivo poco claro. Medios brasileños informaron que tuvo un fuerte dolor en el pecho y un electrocardiograma reveló alteraciones, mientras que la presidencia comunicó que fue un malestar leve.
La primera atención que recibió Peña fue en un puesto de salud montado en el Museo del Arte Moderno de Río. Por su parte, la presidencia informó que fue atendido en el Hospital Samaritano de la ciudad brasileña a causa de una indisposición, y que luego de completar los chequeos médicos, se emitirá en las próximas horas un informe.
Igualmente, Pedro Alliana publicó que conversó con Peña por teléfono y que solo se trató de “una leve indisposición”, pero que ya se encuentra bien y a la espera de los resultados; en el mismo sentido reportó también la primera dama Leticia Ocampos. Si bien oficialmente el malestar fue minimizado, el medio O Globo hizo un informe de un estado de salud más complicado.
“En el caso de Peña, el síntoma fue ‘dolor precordial’. En otras palabras: malestar en la zona del precordio, que está encima del corazón. Se le realizó un electrocardiograma y, al detectarse alguna anomalía, tuvo que ser retirado por una ambulancia del Museo del Arte. Fue dirigido a un hospital privado de la capital de Río de Janeiro”, expresa el medio.
Finalmente, el hospital privado emitió en la noche su informe. Sin muchos detalles, el documento indicaba que Peña ingresó por un malestar por la tarde pero que actualmente se encuentra bien y su estado de salud es estable.
Boletín oficial del Sanatorio Samaritano sobre el estado de salud del presidente Santiago Peña. pic.twitter.com/cUFRww0OZv
— Presidencia Paraguay (@PresidenciaPy) November 19, 2024
Horas antes del incidente, Peña protagonizó hechos muy relevantes para su periodo como presidente y su objetivo de posicionarse en el exterior. Se cruzó por última vez con Joe Biden, con quien su movimiento mantuvo fuertes tensiones por las sanciones a Horacio Cartes y Tabesa, y ya se posicionó a favor de su sucesor, Donald Trump que asumen la presidencia de Estados Unidos en enero.
Llamativamente, mientras compartía recinto con Biden, recibió una llamaba del republicano, un símbolo potente cuando el cartismo busca un canal directo con OFAC y el retiro de las designaciones de significativamente corrupto de sus miembros y las sanciones a empresas.
“Muchas gracias, Donald Trump, por la conversación telefónica del día de hoy. Paraguay y Estados Unidos mantienen una amistad fraterna y una relación histórica de colaboración, y estoy seguro que bajo tu presidencia y con tu visión esos lazos se estrecharán todavía más, bajo los ideales de la libertad y la prosperidad”, expresó Peña, que días antes se posicionaba a favor del nuevo presidente.
Al mismo tiempo, Peña apuesta por su relación con Lula Da Silva, quien fue quien lo invitó a la cumbre y con quien mantiene buenos vínculos. De hecho, se plegó a su agenda de temas sociales y sobre energía, al adherirse a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, encabezada por el mandatario brasileño.
“En mi opinión, la pobreza es simplemente un reflejo de pobres políticas públicas y de la indolencia del sector privado. Por ello, la afirmación de que la pobreza es inerradicable no es más que una falacia lamentable. Podemos, debemos y tenemos que erradicar la pobreza de este mundo. Hoy Paraguay se une, de todo corazón, a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, alineando así nuestras políticas nacionales con las mejores prácticas internacionales”, expresó Peña.
Con este discurso en la cumbre, el presidente llevó sus programas de alimentación escolar Hambre Cero, con el que intentó lucir su gestión ante las potencias, y los relacionados al manejo de energía de Itaipú y Yacyretá.
Pese a las críticas, el presidente aseguró que redujo la pobreza en Paraguay, del 57.7% en 2002 al 22.7% en 2023, y la pobreza extrema del 16.2% al 4.9%. En ese marco sostuvo que apunta a los programas de nutrición infantil, aunque hasta el momento no tiene muy buenos resultados sobre todo por su alcance parcial y la lejana proyección de que pueda llegar a todo el país.
Peña citó seis programas sociales, entre los que está Hambre Cero y Che Róga Porã, este último para acceder a la vivienda, aunque no se dirige a la clase baja sino a la media por sus elevadas cuotas.
Fuente: La Politica Onine