Milei vino a destruir todo y rápido sin importarle su futuro político, a lo kamikaze, es un agente de inteligencia israelí cumpliendo una misión de guerra, y su línea sucesora legal y constitucional es Villarruel. Uno de los que más lo plantea es Moreno, que lo trata a Milei de “muchacho rebelde y loco que se unirá a las filas del peronismo que lo está esperando”.
Esta corriente de pensamiento de Guardia de Hierro no es inocente. A Moreno lo monitorean desde el poder judicial. Él teme pasar los últimos años de su vida en la cárcel como ya estuvieron De Vido, Boudou, D’elia, Zanini, Jaime, que gozaron de las mieles del poder pero no pudieron impedir caer en cana. Y no cuenta con ningún tipo de lealtad a la antigua, ya que esas lealtades del peronismo dejaron de existir hace mucho tiempo.
Entonces, obedece a la línea que le pasan desde la justicia que en última instancia rinde cuentas a la embajada norteamericana. Por eso, haciendo bien los deberes anda respetuoso con la línea de sucesión que es la Villacruel y le pega tan duramente a Kicillof, el supuesto líder del peronismo. Sorprendentemente, Máximo se suma a la línea de Moreno y ¿le pega a ni más ni menos que al golden boy de su mamá? ¿En su propio terruño? ¿Y pidiendo a la militancia moderación y respeto a la institucionalidad democrática? Mmm… ¿están protegiendo a Milei y fisurando al peronismo por orden de Marc Stanley?
Muy raro todo, no se explica si no se incluye a la geopolítica en el análisis. Lo que a simple vista, en la base parece ser una interna del peronismo que no tiene mucho sentido, es una “externa” entre la embajada china y la yanqui, que son los dos pesos pesados que hoy se disputan la primacía del mundo.
Y como los vernáculos son políticos profesionales, no militantes de un proyecto de liberación, respetuosos de la geopolítica imperialista, están poniendo un huevo en cada canasta, Kicillof en la embajada china y Máximo-Moreno en la embajada yanqui, para perfilarse luego llegada las negociaciones electorales.
Lo que no anda es el proyecto de colonia, la preponderación al alineamiento OTAN o BRICS sin plantear una geopolítica propia, soberana. Lo que falta es el proyecto de liberación. No queremos cambiar de collar, queremos dejar de ser perros.
Por Bárbara Solernou
Social 21, La Tendencia.