El gobierno nacional festeja cada número publicado por las consultoras sobre indicadores económicos, distorsionando los mismos o no poniéndolo en el contexto adecuado, festeja que se publicó un 2,7 % de inflación, primero obviando que es un número que sigue siendo alto para una inflación mensual, luego, que lo logra con una enorme recesión económica, la caída medida por la consultora OJF & Asoc para los primeros 9 meses de este año en cuanto a actividad económica suma -5,1 %, la falta de ventas hace tender a la baja los precios, pero tampoco te dicen que es retrasando el tipo de cambio la otra pata con la cual frenan la inflación. Y que ese retraso cambiario trae consecuencias y de las graves.
El BCRA sigue sin acumular en la medida necesaria dólares, a pesar de que por blanqueo de capitales ingresaron más de U$D 20.000 millones, de que la balanza comercial de los nueve primeros meses del año suma un saldo positivo de U$D 15.075 millones, y que de diferentes maneras e insostenibles en el tiempo, (muchas veces comentada en esta columna) el gobierno en setiembre consiguió un superávit fiscal del 1,9 % y financiero del 0,5 %. Con todos estos parámetros las reservas totales del Central apenas superan los 30 mil millones de U$D y las netas son negativas, con lo cual se sigue muy lejos de la meta acordada con el FMI, pero lo más preocupante son los vencimientos que se deben cubrir el año próximo. Pasando a otros ámbitos, el gobierno en términos objetivos no tiene mejores resultados, si bien los medios no hablan y tapan, apenas pasado el bochorno del talco de Pato Bullrich, en Rosario donde habían anunciado el restablecimiento del orden, asesinaron a balazos cerca de un estadio de fútbol al número Uno y Dos de la barra brava de Rosario Central, previo corte de energía y eliminación de todo rastro en cámaras de seguridad.
Las argentinas y argentinos no estamos mejor económicamente ni en materia de seguridad, todo lo contrario. Es por eso que retiran bustos, quitan jubilaciones llamadas de privilegios, cambian de nombres a edificios y condenan sin pruebas, para que la discusión, la agenda mediática no sea la que no les conviene.
No podemos dejar de repudiar la persecución a la dos veces Presidenta y Ex Vice Presidenta Cristina Kirchner, y su claro propósito de proscripción. Y allí es donde también nace la necesidad de mea culpa. La canción rezaba: “Si la tocan a Cristina, que quilombo se va a armar”, y la tocaron, y no una vez, más veces, la bala que no salió y el fallo que sí salió tal cual tituló un diario, sin embargo, el apoyo popular en la dimensión necesaria para defender a una líder que le dio mejoras innumerables en su calidad de vida no se vio, tampoco se vieron las estructuras partidarias con capacidad de movilizar hacerlo. Es para pensarlo más de una vez. Esto se resuelve únicamente, ganando las elecciones con un gobierno fuerte y decidido a cambiar radicalmente el poder judicial y la connivencia de éste con el poder mediático y económico. Es decir, con un gobierno popular democrático, institucional, decidido y enérgico.
Hoy más que nunca, para lograrlo, es más que importante la estrategia de oposición para primero frenarlos y luego vencerlos y despojarlos del poder, no hace falta ser muy inteligente para darse cuenta. Ahora me pregunto, y les aseguro no tener la respuesta, ¿Es buena la estrategia de ponerla a la Compañera Cristina al frente de la oposición, como presidenta del principal partido de oposición?, ¿No le estamos dejando ganar la agenda mediática, reimponiendo temas del pasado, y aumentando su estigmatización? ¿es la forma de lograr la unidad? Defender a quien nos dio tanto es nuestra obligación, armar la mejor estrategia de oposición una necesidad y lograr un frente amplio y de unidad la única alternativa. El gobierno solo logró armar carpas de naipes, ¿estamos haciendo lo necesario, lo correcto, para soplarlas y desarmarlas?
Por Ariel Chiariotti