En un juicio histórico, el Tribunal Superior de Justicia de Chubut declaró hoy culpable a Ricardo La Regina, un productor ganadero acusado de daño agravado y maltrato animal luego de que destruyera 175 nidos de pingüinos con un tractor en proximidades a la reserva de Punta Tombo.
El hecho ocurrió en 2021 en un terreno costero cercano a la reserva de Punta Tombo – conocido como Punta Clara – que forma parte de un área natural protegida y reconocida por la UNESCO.
Fue se conoció gracias a una expedición ocular realizada por guardafaunas del lugar, quienes descubrieron que La Regina había realizado un camino sin autorización, el cual pasaba por todo el campo hasta la costa.
La denuncia fue realizada por el Ministerio de Turismo de Chubut y señalaba que el hombre había realizado el camino con una máquina de alto porte, enterrando todos los nidos de pichones de pingüinos en una zona de alta densidad de la especie Magallanes durante la temporada de nidificación y reproducción .
Por este accionar, 175 nidos de pingüinos que habitaban la reserva quedaron destruidos. Además, el productor fue acusado de instalar un cerco electrificado sin autorización, el cual provocó la muerte de 105 de pingüinos adultos.
Durante el juicio, la fiscal Florencia Gómez especificó que se trató de “un vallado metálico de 4.66 metros de color blanco y naranja y un trozo de cordón sintético y metálico del mismo color, de 3,42 metros”. Estos elementos generaban una división de la colonia del pingüino de Magallanes, “sumado al cordón que conectaba con el boyero eléctrico”.
La Regina declaró: “Mi intención es, más allá de este caso, conseguir que se use la tierra de forma correcta y llegar a proteger a los pingüinos y que me permitan trabajar en mi actividad tranquilamente. Mi objetivo, más allá de lo que surja de esto, es eso”.
Este jueves, el tribunal integrado por los jueces María Laura Martini, Carlos Richeri y Eve Ponce, declaró culpable a La Regina por el delito de daño agravado y maltrato animal.
La fiscal Gómez especificó que el imputado fue declarado “culpable de daños agravados en concurso ideal por tres hechos, uno de los cuales implicó crueldad hacia los animales”.
La Justicia logró comprobar que las acciones del productor perjudicaron hábitats vitales para la fauna local, afectando a la colonia de pingüinos en Punta Tombo.