Hacia una economía más pequeña y más desigual. Postales de la actualidad en donde la economía real contrasta con los balances positivos conseguidos por el Gobierno nacional en el plano fiscal.
“¿Y si sale bien?” Era la pregunta recurrente en el comienzo de la gestión anarco libertaria. Hoy, con inflación a la baja, superávit fiscal, riesgo país cayendo y disipado el fantasma de la devaluación, la pregunta queda resuelta. La consecuencia, una economía más pequeña y desigual.
Se demandan más autos, pero menos carne, leche y bebidas. Las concesionarias están en recuperada mientras los supermercados están a la baja por la caída del consumo masivo. Postales de la actualidad en donde la economía real contrasta con los balances positivos conseguidos prematuramente por el gobierno anarco libertario. Por un lado, sobran los motivos para celebrar en Casa Rosada por inflación a la baja, cuentas fiscales en orden, turbulencias cambiarias disipadas y disminución del riesgo país. Mientras que por otro lado nada de esto vigoriza el nivel de actividad, al momento.
El ajuste fiscal (con fuerte impacto en construcción, salarios estatales y jubilados) y atraso del tipo de cambio son el core de la política económica del Gobierno. Ello permite tanto que ingresen más recursos fiscales de los que el Estado gasta como así también que la inflación desacelere. Esta baja de la inflación por depresión de la demanda puede culminar mediante un fogonazo inflacionario si el dólar da un brinco. Sin embargo, el Gobierno logró revertir la expectativa devaluatoria de la mano de un blanqueo de capitales exitoso.
El blanqueo le da oxígeno al Gobierno en el cierre del año
Hasta el momento, los depósitos en dólares subieron 18 mil millones atraídos por la posibilidad de blanquear sin penalización. Esto le da oxígeno al plan económico para continuar fijando el precio del dólar. Se allana el objetivo del Gobierno de continuar incrementando 2% mensual el valor oficial, mientras que las cotizaciones paralelas se mantienen estables y a la baja. Tal es así que desde que los dólares paralelos empezaron a descender hace tres meses se desató una fiesta financiera en donde la protagonista es la bicicleta.
No obstante, el veranito cambiario, todos los focos continúan puestos en el tipo de cambio por tratarse de uno de los precios más importantes de la economía. En el entorno del líder anarco libertario son optimistas de que la calma cambiaria tiene cuerda para rato, no solo por el blanqueo, sino también por la bicicleta financiera que estimula a vender dólares para valorizar pesos. Lo cual quita presión sobre la oferta de verdes en el corto plazo.
Asimismo, hay expectativa de recibir fondos frescos de la mano de préstamos financieros. Como por ejemplo del BIS (organismo internacional con sede en Basilea) con quien Argentina tiene una línea abierta desde hace años que le permite hacerse de hasta u$s5 mil millones, aclaró un ex banquero central a este medio.
En línea con lo antedicho, el ministro Caputo busca financiamiento de diferentes bancos privados que podría conseguir de continuar el riesgo país en baja. Ahora bien, al tener el gobierno libertario un plan de estabilización que mira solo dos variables (inflación y déficit fiscal) y sin un modelo que aborde la economía en su integralidad, cabe preguntarse ¿qué pretenden hacer con los dólares conseguidos por el blanqueo y los que eventualmente podrían venir de la mano de nuevo endeudamiento?
Dólar barato: fiesta financiera y ¿festival de importaciones?
Al momento, el dólar barato se está notando en las importaciones. En donde, por el lado de las empresas, los sectores que están recuperando su actividad comienzan a adelantar importaciones para aprovechar la baja cotización. Asimismo, quienes no perdieron su trabajo en estos 10 meses y sus ingresos comienzan a recuperar aprovechan el dólar barato para aumentar sus compras en el exterior. Esto se observa claramente en el incremento de las importaciones del mes de septiembre con saltos muy pronunciados en bienes de capital, bienes de consumo y automóviles.
En el caso de estos últimos el incremento es notable. Según informes de la asociación de fabricantes de automóviles, en promedio, las concesionarias están vendiendo cada mes cerca de 4.000 0km importados más que en el 2023. Las ventas de importados llevan 5 meses consecutivos en ascenso. Así, la balanza del sector (la diferencia entre los dólares que genera por exportaciones y los que insume por importaciones de vehículos) comienza a acumular valores en rojo.
La otra puerta por la que se van las divisas cuando el tipo de cambio se aprecia es el turismo. En esta oportunidad, entre enero y septiembre se acumula un desbalance cercano a los 4 mil millones de dólares por viajes y gastos en el extranjero. Aumentando el rojo a partir del momento en que el valor del dólar se estabilizó y bajó. El último balance cambiario del Banco Central muestra que a partir de junio ingresan por exportación de bienes y servicios menos divisas de las que salen. La economía no genera los dólares necesarios para poder funcionar en equilibrio.
A todo esto, urge preguntarse cuánto tiempo puede mantener el tipo de cambio apreciado un país endeudado, sin reservas y con la cuente corriente cambiaria en rojo. O mejor aún, ¿quién pagará la fiesta del dólar barato?
Fuente: La Nueva Mañana