Diego Armando Maradona nació el 30 de noviembre de 1960 en el barrio bonaerense de Villa Fiorito en Lomas de Zamora. Fue el quinto de ocho hijos, y el primer varón, del matrimonio entre Diego Maradona y Dalma Salvadora «Tota» Franco.
Con la Selección Argentina, Maradona fue campeón del Mundial Juvenil de 1979, y con los mayores del Mundial de México de 1986 como capitán del equipo, en la que protagonizaría una de las actuaciones individuales más destacadas de la historia del deporte, al anotar los dos célebres goles que dieron la victoria a su selección en el partido contra Inglaterra en los cuartos de final, el primero de ellos conocido como «la mano de Dios» y el segundo como el «Gol del Siglo», señalado por una votación de la FIFA como el mejor en la historia de los mundiales del siglo XX.
Estos son algunos de los lugares para rendirle homenaje y mantener su nombre más vivo que nunca:
1- Villa Fiorito: la casa y el club en los que nació Maradona
Diego Armando Maradona dio sus primeros pasos en Villa Fiorito, más precisamente en la calle Azamor al 523. Allí nació, creció y vivió hasta los 16 años, cuando se mudó a 15 cuadras de la cancha de Argentinos Juniors, club donde debutaría en primera.
«Tengo un recuerdo feliz de mi infancia, aunque si debo definir con una sola palabra a Villa Fiorito, digo: lucha», relató en su biografía oficial Yo soy El Diego de la gente. Pese a que ya no le pertenece a la familia Maradona, la casa mantiene su fachada original: una puerta alambrada y el patio de tierra son la previa a la vivienda en sí, la cua posee un comedor y dos habitaciones.
2- La Paternal: la casa y la Iglesia de la leyenda
El 30 de octubre de 1976, en el cumpleaños número 16 de Maradona, se firmó el primer contrato de alquiler del departamento de la calle Argerich 2750 (Villa del Parque) a unas cuadras del estadio de Argentinos Juniors, club en el que había debutado en primera división días atrás.
Cabe recordar que justo al lado vivía la familia Villafañe y Diego conoció allí a Claudia, quien fuera su esposa y madre de Dalma y Gianinna.
Tras su paso por Argerich, Pelusa y su familia se mudarían a Lascano 2257 (La Paternal). Ahí vivirían desde 1977 hasta 1980, cuando Diego acordó su pase a Boca Juniors y se mudó a Villa Devoto. La casa fue cambiando de dueños y hasta llegó a ser una fábrica de carteras.
3- Segurola y Habana: la esquina Diego Armando Maradona
Un rincón que se volvió santuario tras la muerte de Maradona está ubicado en pleno Villa Devoto. Se trata de Segurola y Habana, la intersección de las calles en donde supo vivir cuando jugaba en Boca Juniors.
El lugar se convirtió en leyenda cuando Diego se cruzó con Julio César Toresani. El 7 de octubre de 1995, el Xeneize recibió a Colón en La Bombonera en lo que significaba su vuelta al fútbol después de cumplir 15 meses de inactividad tras la suspensión de la FIFA por el doping positivo en el Mundial de EEUU de 1994.
3- La Boca, el barrio de su gran amor
Son contados los rincones del mundo en donde la mística y el maradonismo se mezclan en el aire. Uno de ello es La Boca, hogar del club de los amores de Diego Maradona.
Además de ser un atractivo turístico a nivel mundial por las pintorescas calles de Caminito y lo imponente de La Bombonera, en el barrio que conecta con el Riachuelo tiene varios rincones que recuerdan a Pelusa, desde murales y pintadas, pasando por un bar temático y hasta a un doble idéntico al ídolo popular.
4- Nápoles, la ciudad que no dejó morir a Maradona
El legado de Maradona no solo tiene cabida en Argentina, sino también en todo el mundo y especialmente en Italia. Un punto más que importante en la carrera de Diego Armando fue su paso por el Napoli, club al que le dio vida e identidad de lucha contra los grandes y elitistas equipos del norte, consiguiendo cuatro títulos.
«Nápoles tenía mucho que ver conmigo. Cuando di una de las primeras conferencias de prensa les dije que quería convertirme en el ídolo de los chicos pobres de Nápoles, porque eran como yo cuando vivía en Buenos Aires», contó alguna vez.
5- Cualquier lugar en donde ruede una pelota
Pese a no estar físicamente, Diego Armando Maradona se encuentra presente en cualquier cancha del mundo, desde los lujosos estadios que cada fin de semana albergan a miles de personas hasta los potreros en los que se utilizan dos piedras como arcos improvisados.
Fuente: Radiofónica
