En el marco de los 47 años de la fundación de Abuelas de Plaza de Mayo, este lunes 21 de octubre, a las 14, en la casa que la Filial Córdoba tiene en Rivadavia 77 se llevará adelante una jornada artística, que contará con la participación del grupo Milonga Sin Corte y la talentosa violinista Lucía Luque.
En la jornada cultural, de la que también formará parte el grupo Tango por la Identidad, artistas plásticos estarán pintando en vivo para rendir homenaje y honrar el legado de la histórica referente Sonia Torres, a un año de su fallecimiento, y a la lucha de Abuelas.
Quienes se sumen a la iniciativa, también también podrán estampar sus remeras o pañuelos con serigrafías acordes a la actividad.
Cabe mencionar que la constitución de Abuelas de Plaza de Mayo como organismo de Derechos Humanos, en 1977, no tuvo un momento preciso ni un acto formal; sino que se trató de un proceso de confluencias entre mujeres que buscaban a sus nietos y nietas, apropiadas por el terrorismo de Estado, en el marco del accionar represivo, con secuestros, asesinatos y desapariciones de militantes sindicales, políticos y estudiantiles, a lo largo y a lo ancho del país.
Un núcleo inicial conformado por doce abuelas comenzó a reunirse de manera sistemática, desde fines de ese año. Con el tiempo, se adoptó como fecha de creación de la organización el lunes 22 de octubre de 1977.
Sin embargo, desde la misma entidad se subraya que la fecha es simbólica.
El origen de Abuelas, en palabra de las Abuelas
El siguiente texto está narrado por la misma organización Abuelas de Plaza de Mayo y oficia de presentación histórica en su sitio oficial:
En abril de 1977, las Madres de Plaza de Mayo ya habían convertido la orden policial de “circular” en “la ronda de los jueves” y usaban, para reconocerse, un pañuelo blanco atado en la cabeza, que simbolizaba el pañal de tela de sus hijos e hijas.
Seis meses más tarde, una madre que también era abuela se apartó de la ronda y preguntó: “¿Quién está buscando a su nieto, o tiene a su hija o nuera embarazada?”. En ese momento, fuimos doce las mujeres que comprendimos que debíamos organizarnos para buscar a los hijos de nuestros hijos secuestrados por la dictadura. El sábado siguiente, 22 de octubre de 1977, nos reunimos por primera vez e iniciamos una lucha colectiva que continúa hasta hoy.
Alicia “Licha” Zubasnabar de De la Cuadra, Raquel Radío de Marizcurrena, Haydée Vallino de Lemos, Delia Giovanola, Clara Jurado, María Isabel “Chicha” Chorobik de Mariani, Mirta Acuña de Baravalle, Vilma Sesarego de Gutiérrez, Eva Márquez de Castillo Barrios, Leontina Puebla de Pérez, María Eugenia Casinelli de García Irureta Goyena y Beatriz Aicardi de Neuhaus fuimos, sin saberlo, las doce fundadoras. Nos bautizamos como Abuelas Argentinas con Nietitos Desaparecidos, aunque más tarde adoptaríamos el nombre con el que nos llamaba el periodismo internacional: Abuelas de Plaza de Mayo.
La dictadura estructuró un plan sistemático de apropiación de bebés y niños, con centros de detención ilegal como la ESMA, Campo de Mayo, el Pozo de Banfield, La Perla, la Comisaría 5ta de La Plata, entre otros, donde funcionaron maternidades clandestinas. Alrededor de 500 hijos/as de personas desaparecidas que nacieron en cautiverio o fueron secuestrados/as junto a sus madres y/o padres fueron apropiados entre 1975 y 1980. Algunos niños/as fueron entregados/as a familias cercanas a las Fuerzas Armadas o de seguridad; otros, abandonados en institutos como NN. En todos los casos les anularon su identidad y les privaron de vivir con sus familias, en conocimiento de la verdad, de sus derechos y de su libertad.
Fuente: La Nueva Mañana