El gobierno británico confirmó este jueves que transferirá la soberanía de un grupo de islas estratégicas en el océano Índico a Mauricio, poniendo fin a más de cincuenta años de tensiones. Este archipiélago, conocido como Chagos, comprende 60 kilómetros cuadrados con más de 50 islas, siendo Diego García la más destacada por su uso militar por parte de Estados Unidos.
El anuncio se formalizó en una declaración conjunta entre el primer ministro británico, Keir Starmer, y el primer ministro mauriciano, Pravind Jugnauth. Ambas naciones coincidieron en que este acuerdo representa un avance significativo en sus relaciones, enfatizando su compromiso con la “resolución pacífica de disputas y el estado de derecho”.
Detalles del acuerdo
Aunque la transferencia de soberanía aún necesita la firma de un tratado, ambos líderes se comprometieron a concluir el proceso rápidamente. El pacto incluye garantizar la operatividad de la base militar en Diego García por un período inicial de 99 años, asegurando su importancia en el contexto geopolítico actual, marcado por tensiones entre Occidente, India y China.
Reino Unido, además, ofrecerá un paquete de asistencia financiera a Mauricio, que incluirá inversiones en infraestructura y la posibilidad de un programa de reasentamiento para los chagosianos, aunque no en Diego García.

Un pasado doloroso
La historia de las Islas Chagos se remonta a 1965, cuando Reino Unido decidió separar el archipiélago de Mauricio, entonces colonia británica, como parte de un acuerdo con Estados Unidos para establecer una base militar. Más de 1.500 isleños fueron desplazados de sus hogares para permitir esta instalación militar, un acto que generó tensiones que perduran hasta hoy.
La base de Diego García se convirtió en un punto clave para operaciones militares de EE.UU., incluyendo su uso en el controvertido programa de “rendition” y en conflictos recientes en Irak y Afganistán. A pesar de los pedidos de retorno, Reino Unido nunca permitió el regreso de los chagosianos a sus tierras.
Cambios en la opinión internacional
Durante los últimos años, la postura internacional sobre este asunto ha cambiado. Varios organismos de la ONU comenzaron a respaldar a Mauricio en su reclamo de soberanía sobre Chagos, describiéndolo como un caso de colonialismo persistente. A medida que el gobierno mauriciano intensificó su campaña, incluyendo acciones en tribunales y la ONU, el apoyo internacional creció.
Reacciones entre los chagosianos
Las reacciones de la comunidad chagosiana respecto al acuerdo son diversas. Isabelle Charlot expresó su esperanza de que el pacto permita que su familia regrese a sus raíces. En contraste, Frankie Bontemps, chagosiano de segunda generación, manifestó su descontento al sentirse excluido de las negociaciones, resaltando que “los chagosianos nunca han participado” en decisiones sobre su futuro.
La organización Human Rights Watch también criticó el acuerdo, argumentando que, aunque se abordan agravios pasados, el tratado no garantiza el retorno de los chagosianos a su hogar y omite menciones sobre reparaciones. Clive Baldwin, asesor legal de HRW, advirtió sobre la necesidad de incluir a los chagosianos en futuros diálogos, o de lo contrario, “Reino Unido, EE.UU. y ahora Mauricio serán responsables de un crimen colonial que todavía continúa”.
Fuente: Infonews