Las imágenes que se vieron durante la jornada del miércoles en los alrededores del Congreso son, por lo menos, dolorosas. Bajo la orden de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, un descomunal operativo compuesto de efectivos de las distintas fuerzas de seguridad dispararon, golpearon y tiraron gas pimienta a jubiladxs, periodistas, manifestantes de todas las edades y hasta niñxs.
En ese sentido, Amnistía Internacional salió a denunciar y aclarar lo evidente, pero necesario: “Los niños/as NO pueden ser blanco de gases u otros impactos de armas”.
A través de una publicación en sus redes sociales, la organización expresó: “OTRA VEZ REPRESIÓN. Las fuerzas de seguridad gasearon a una niña, jubilados y periodistas. Los niños/as NO pueden ser blanco de gases u otros impactos de armas”.
Y argumentó: “Es responsabilidad de las fuerzas de seguridad ejercer un control estricto y riguroso del uso de armas de acuerdo a los estándares internacionales del uso de la fuerza”.
Es que, una de las imágenes que más circularon por la crudeza que mostraron fueron las de una nena de 10 años a la que las fuerzas de seguridad le arrojaron gas pimienta en la cara. Su llanto y desesperación generaron angustia e indignación, salvo en la ministra de Seguridad que, en lugar de responsabilizar a los efectivos que ejecutaron esa acción, eligió culpar a la madre de la menor: “En estas últimas marchas hubo un grupo de militantes que fueron con piedras y palos a pegarle a la Policía y ahora dicen que la Policía le tira gases a una nena“, afirmó Bullrich en redes sociales.
En esa línea, la funcionaria dijo que “la responsabilidad de llevar a una nena de 10 años a una marcha rodeada de personas violentas es de esta madre irresponsable“.
“Ya les dijimos: llevar a los chicos a las machas está prohibido“, amenazó.
Fuente: Infonews