Cuando se recorre el horizonte que muestra la ciencia, en sus más variados aspectos, se comprenden las complejidades de los factores que falta aprehender. Hay mucho allá afuera, en el espacio profundo; hay tanto aquí abajo, en el fondo de los mares. Y más por descubrir, por conocer. Pero el punto más lejano, el más difícil de abordar, es la conciencia. Ese inasible aunque decisivo elemento que lleva a los seres humanos a saberse sí mismos, a sentirse propios, individual y colectivamente. Macedonio Fernández lo llamó mismidad, pero la definición no alcanzó para entender de qué se trata.
TRAS LA GRAN GUERRA. ¿Entonces? Hagamos una sencilla evocación. Como se sabe, después de la Segunda Guerra Mundial, fueron creadas varias organizaciones multilaterales aunque con eje en los Estados Unidos. El Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) surgieron en 1944. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) nació un año después. Más tarde, las cosas empezaron a direccionarse. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), vio la luz en 1949. En 1961, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) reunió a 38 países con esquemas comerciales liberales. El Grupo de los Siete (G-7) fue una respuesta organizada a la crisis del petróleo de 1975; el Grupo de los 20 (G-20) surgió en 1999 tras la crisis financiera asiática.
El Consenso de Washington se expandió sin bordes, y metió en la bolsa al globo. Sus programas se fueron aplicando, en ocasiones a sangre y fuego, a veces mediante el adocenamiento conceptual de las sociedades, y la transferencia de recursos se desarrolló con energía. Dato curioso, y relevante: el mecanismo estableció un gran caño para enviar las riquezas hacia la cúspide parasitaria, pero la boca destinada a absorberlas resultó muy grande, al punto de succionar los bienes de los más humildes … pero también de las capas medias, los profesionales, los comerciantes y los empresarios desligados de la especulación.
Claro, aunque las entidades han estado configuradas por numerosos miembros, la voz cantante quedó situada. Hasta ahora. El desarrollo impetuoso del capital financiero, con una capacidad de acumulación rápida y feroz, hizo que los estados agrupados fueran asumiendo la tendencia a obedecer sus instrucciones. También los Estados Unidos. Por eso y no sólo debido al crecimiento de otro bloque, los coaligados de posguerra están siendo desafiados. Y el asunto no es menor: en los últimos 75 años, ninguna organización internacional se plantó ante el orden centrado en el Norte. Pero ahora, están los BRICS+.
LA NUEVA REALIDAD. La alianza geopolítica y económica conocida originalmente como BRICS debe su nombre a las iniciales de sus países fundadores: Brasil, Rusia, India y China, que establecieron un vínculo en 2006 al que se sumó Sudáfrica en 2010. El lector que sigue nuestras Fuentes lo sabe: la alianza se está ampliando. Este año se incorporaron miembros de peso: Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos (EAU). Al próximo encuentro, que se concretará durante el mes de octubre en Kazán, definida como la capital islámica de la Federación de Rusia, también fue invitada Venezuela, en otro movimiento que implica mojar la oreja del poder rentístico concentrado.
Los BRICS+ ya son una vigorosa alianza con una población en conjunto de unos 3.500 millones de personas, es decir, el 45% de todos los habitantes de la Tierra. Controla el 30% del petróleo mundial -los Estados Unidos controlan el 2,1 %. El grupo ampliado abarca alrededor del 36 % de la economía mundial. El destiempo se va evidenciando y los estrategas de las naciones involucradas lo apuntan. El canciller chino, Wang Yi, afirmó semanas atrás que la asociación es una plataforma importante para la solidaridad y la cooperación entre mercados emergentes y países en desarrollo. Con su expansión, apuntó, el mecanismo BRICS desempeñará un papel crucial para crear un sistema de gobernanza global más justo y razonable que el actual, al que consideró vetusto.
En sintonía, su colega ruso Serguéi Lavrov, precisó hace pocas horas que se torna imprescindible establecer una arquitectura internacional más equitativa, que sea reflejo de las transformaciones geopolíticas respaldadas por la mayoría de los estados del mundo. Fue lejos, refrendando expresiones que llamaron la atención en la asamblea de las Naciones Unidas: “Los contornos del futuro se están creando en la lucha entre la mayoría mundial, que aboga por una distribución más equitativa de la riqueza global y la diversidad de civilizaciones, y entre aquellos pocos que utilizan métodos neocoloniales de subyugación para mantener su elusivo dominio”.
Portando una filosofía alejada. pero derivando hacia conclusiones afines, Anil Sooklal, embajador de Sudáfrica ante los BRICS, dijo que el Sur Global está “al margen en lo que respecta a la toma de decisiones a nivel mundial… Existe casi un sistema de apartheid en el que la minoría decide por la mayoría, y ésta sigue siendo la situación actual en el escenario mundial”. También aseveró que el objetivo de los BRICS es “una comunidad global más inclusiva y multipolar”. Según Sooklal la humanidad desea avanzar en una dirección pacífica pero unas pocas regiones dirigenciales orientan el planeta en sentido contrario. Fuerte: “Creo que hoy en día el Sur Global es una fuerza importante en la escena mundial porque representa el 85 por ciento de la población mundial, y sus economías son las de más rápido crecimiento”.
LA CONCIENCIA. Pueblos y estados multipolares han tomado conciencia de ser mayoría. Esa realidad, que se plasmó reiteradas veces durante las votaciones en la ONU, no terminaba de concretarse de modo adecuado. Cuántas veces los argentinos nos preguntamos por qué, si ganábamos todas las compulsas en la Asamblea General, las Islas Malvinas seguían en poder de Gran Bretaña. La contradicción entre la cantidad de países que anhelaban la descolonización y su poder efectivo para llevarla adelante, resultaba profunda. Es que para que la conciencia lograra su realización era necesario articularla con un crecimiento material que operara como sostén e impulso. Eso está pasando. Como se observa, algunos no usufructúan el período de transformaciones. Pero muchos, sí.
Durante la cumbre previa, celebrada en Johannesburgo, en el orden del día (además del debate sobre los nuevos candidatos, unos 40 países que solicitaron la admisión) figuraba la forma en que la alianza podría reducir la dependencia mundial del dólar. El analista internacional ligado a la Iglesia Víctor Gaetán apuntó que “Los miembros ya están negociando más acuerdos comerciales en las monedas nacionales y no en dólares. Rusia comercia con India en rupias; la mayor parte del comercio entre Rusia y China se hace en rublos o yuanes. El verano pasado, los Emiratos Árabes Unidos decidieron aceptar rupias de la India para sus transacciones comerciales, un cambio que ahorra dinero a la India al eliminar los costes de conversión del dólar. También Irán ha planteado esta cuestión”.
Otro experto internacional, el brasileño Roberto Alvarez, confirmó que la desdolarización tiene una motivación económica y política (ya que muchos países no toleran el control financiero de las instituciones occidentales): “Un amigo que trabajaba en el Banco Africano de Exportación e Importación creó una plataforma que ayuda a 53 países a comerciar en moneda local. El Banco ha calculado un ahorro de ¡5.000 millones de dólares al año! Por tanto, la desdolarización tiene un aspecto muy pragmático. Se trata de ahorrar dinero en efectivo. Las economías sin efectivo harán cualquier cosa por ahorrar dinero”. En Johannesburgo, es preciso relacionar, los africanos fueron los predilectos de los convocantes.
Los BRICS + no esperaron para lanzar la estructura que canalice los avances. El Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), con sede en Shanghái, es uno de los logros tangibles. Se creó en 2015 para proporcionar financiación a proyectos en países miembros y no miembros, sobre todo en infraestructuras y desarrollo sostenible. Dilma Rousseff, ex presidenta de Brasil, fue nombrada presidenta del NDB la pasada primavera y ostentará la función hasta julio del año venidero. Vale recordar aspectos de discurso de asunción, cuando subrayó que “el NDB es un Banco construido por y para los países en desarrollo, donde las voces de todos los países miembros se escuchan por igual”. En su momento, el subtexto fue visualizado en el FMI y el BM como una crítica que sugiere que estos países no son escuchados por los actores occidentales de las finanzas.
LA BENDICIÓN DE FRANCISCO. En medio de las tormentas bélicas que caracterizan el período, unos cuantos elementos de trascendencia se han desvanecido a la vista de la opinión pública y de no pocos especialistas. Uno de ellos es el respaldo al Banco de los BRICS por parte del Papa Francisco. Hace rato que las interesantísimas consideraciones del gran argentino que habita El Vaticano son invisibilizadas en América latina. Pero eso no significa que las mismas no existan. El citado Gaetán escribió en la Agencia Fides -Órgano de información de las Obras Misionales Pontificias– que “además del aprecio por la presidente del NBD, el Banco, como empresa, tiene características que sin duda pueden resultar interesantes para el Papa Francisco. Está implicado en proyectos que se autofinancian con sus propios beneficios. Además, el BRICS+ desafía las fronteras regionales y culturales: la expansión reúne a países de muchas regiones (América latina, Europa, Asia, África y Oriente Medio) y de diferentes orígenes culturales y religiosos, en concreto católicos (Brasil), ortodoxos (Etiopía y Rusia), hindúes (India), confucianos (China) y musulmanes (Egipto, Irán y Emiratos Árabes Unidos)”.
Por lo tanto, Francisco estima que se trata de “una respuesta colaborativa a un sistema internacional que se ha vuelto altamente punitivo, en el que las sanciones económicas se utilizan como armas de guerra política. El BRICS+ permite a Brasil, por ejemplo, apoyar a los países africanos de forma estructurada, en consonancia con una sensibilidad marcada por la fe católica y también por un sentimiento de deuda histórica con los esclavos africanos que construyeron la riqueza del país”. El estudioso que inserta al Papa en la milonga recuerda que “en los años 70 Brasil era un importador neto de alimentos, pero hoy es el mayor exportador neto de productos agrícolas del mundo. El giro radical, lo explica la investigación agrícola, que ha aumentado los rendimientos, las grandes inversiones en tecnología de producción y la expansión de las tierras cultivables”.
Ni lerdo ni perezoso el periodista católico echó mano, con autorización divina, a escritos que trascienden las definiciones generales. Expresó: “´Debemos ampliar siempre la mirada para reconocer un bien mayor que nos beneficie a todos´, escribe el Papa Francisco en Evangelii Gaudium (§235). Se trata de una exhortación apostólica que incluye una imagen-símbolo eficaz de la unidad global, una unidad en la que cada cultura mantiene su autonomía al tiempo que contribuye al conjunto: la imagen del poliedro”.
“El modelo no es la esfera, que es superior a las partes, donde cada punto es equidistante del centro y no hay diferencias entre un punto y otro. El modelo es el poliedro, que refleja la confluencia de todas las parcialidades que conservan en él su originalidad. Tanto la acción pastoral como la acción política tratan de reunir lo mejor de cada una en ese poliedro. En él están incluidos los pobres, con su propia cultura, sus proyectos y su potencial. Incluso las personas que pueden ser criticadas por sus errores tienen algo que aportar que no debe perderse. Es la unión de los pueblos que, en el orden universal, conservan su peculiaridad; es la totalidad de las personas en una sociedad que busca un bien común que incorpore verdaderamente a todos” (Evangelii Gaudium, §236).
La reveladora columna de Gaetán se cierra poniendo de relieve que “Los BRICS+ encarnan un mundo multipolar, en el que las diferencias nacionales refuerzan la unidad. Es un experimento al que merece la pena prestar atención”.
EL INTENTO DE DESMONTAR LA HISTORIA. Mientras este periodista se encontraba en plena labor de acumulación, selección y articulación de las informaciones mundiales -siempre queda fuera del artículo más de lo que se desliza sobre estas páginas- el amigo Néstor Gorojovsky se comunicó para realizar una sugerencia. Veamos lo que plantea Sergei Alexandrovich Syrankov, dijo, primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Bielorrusia. -¿Por qué? indagó quien escribe. “Del reportaje se desprende lo que piensa la gran mayoría de la población de ese país”. Y, se sabe, es un espacio fronterizo clave. Así que aquí va una porción del material publicado por Minskaya Pravda.
“Hoy, las fuerzas del imperialismo cuestionan los resultados de la Segunda Guerra Mundial y tratan de igualar a la Alemania fascista y la Unión Soviética, echando la culpa del estallido de la Segunda Guerra Mundial no solo sobre los hombros de Hitler, sino también de Stalin, poniendo así el signo de igualdad entre ellos. La política de la Europa moderna está dirigida a desacreditar los resultados del Tribunal de Núremberg, lo que, de hecho, permite en las condiciones modernas justificar las manifestaciones de neofascismo y neonazismo, incluidos los nacionalistas, Bandera y otros cómplices de los nazis en Ucrania, en los Estados bálticos, Polonia y otros países europeos. Por lo tanto, la celebración del II foro internacional Antifascista es oportuna y relevante.
Seamos sinceros: tanto antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial como después de su finalización, las iniciativas de paz de la URSS no encontraron apoyo de los líderes de los países occidentales. Fue con el consentimiento tácito de Gran Bretaña y Francia (que llevaron a cabo una política de apaciguamiento de Hitler) que se hizo posible el pacto de Múnich. Polonia, por su parte, se negó a permitir que el Ejército Rojo pasara por su territorio, para tratar de evitar la masacre fascista de Checoslovaquia. Todos estos eventos llevaron al estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Al igual que en las décadas de 1930 y 1940 del siglo pasado, cuando toda Europa capituló ante Hitler, hoy la élite política líder de los países de la Unión Europea capituló completamente ante los Estados Unidos y la OTAN. Todos ellos apoyan conjuntamente el régimen fascista en Ucrania, formado con la participación directa de los servicios especiales de los Estados Unidos y el Reino Unido.
El uso por el capital del neonazismo, el neofascismo y todo tipo de grupos radicales (incluso en el medio Oriente) como una herramienta para lograr sus objetivos, pone al mundo en una nueva amenaza de una guerra a gran escala. No podemos permitirlo. Por lo tanto, considero que la celebración del II foro Antifascista en Minsk en noviembre de este año es una oportunidad única para llegar a la comunidad mundial progresista con el fin de evitar el Armagedón”.
Cabe destacar que podrían hacerse unas cuantas observaciones más sobre el origen de la Gran Guerra y las posturas variables de algunos protagonistas, inclusive la URSS. También, que su ubicación coloca a Bielorrusia en singular riesgo ante una conflagración agudizada. El geógrafo y periodista que sugirió la difusión de este material borroneó un apunte cual complemento. “Saben que esto puede terminar con bombas termonucleares en todos lados” y “De paso, los del Partido Comunista Bieorruso están dando un fuerte apoyo a Alexander Lukashenko”. De hecho el título de la nota es “¡Con Aleksandr Lukashenko, no solo se conservaron las conquistas de la URSS, sino que también se multiplicaron!”
SIEMPRE, LOS SEMICONDUCTORES. Los seguidores de esta secuencia saben que los Estados Unidos vienen tensionando el vínculo con la República Popular China y que la réplica asiática se orienta a la restricción de tierras raras y materiales esenciales para la elaboración de semiconductores. Los controles chinos a las exportaciones de elementos cruciales han crecido en detalle y en los meses recientes están golpeando a las cadenas de suministro globales. Según el Financial Times, alimentan “el pánico de que haya escasez en la producción occidental de chips avanzados y hardware militar”.
Las restricciones impuestas por Beijing a los envíos de germanio y galio, que se utilizan para aplicaciones de semiconductores y componentes de equipos militares, computadoras y de comunicaciones, están ahogando a los compradores europeos. El diario mencionado añade que las limitaciones han duplicado los precios de los minerales en Europa el año pasado. Por ejemplo, los precios del germanio se han disparado un 52% desde principios de junio hasta los 2.280 dólares el kilogramo en China, según el proveedor de datos Argus.
Hay que recordar que, como se informó oportunamente en estas páginas, el 3 de julio de 2023, el Ministerio de Comercio de China anunció controles de exportación de germanio y galio, enfatizando la importancia de estos minerales en el mercado internacional. Ambos minerales fueron incluidos en los 50 productos minerales de la Lista de Minerales Críticos de 2022 creada por el Servicio Geológico de los EEUU [USGS].
Las medidas chinas se concretaron días después de que Países Bajos anunciara el último paquete de controles para limitar la venta de equipos de fabricación de chips de alta gama en el extranjero. La iniciativa buscaba imposibilitar a ASML, la empresa holandesa que produce las herramientas de fabricación de semiconductores más avanzadas del mundo, relacionarse con las empresas chinas. Vale enfatizar que la complejidad de los productos impide que una sola nación se haga cargo de toda la construcción.
En tantos rubros, el Dragón está superando al Centro occidental. Uno de esos nichos es el de los chips. El problema del bloque anglosajón radica en que no se trata de un asunto menor sino del eje tecnológico del futuro cercano. Los semiconductores son materiales que sirven como conductores eléctricos o como aislantes eléctricos, dependiendo de las condiciones de temperatura en que se encuentren, o el tipo y nivel de impurezas presentes en su estructura. Su gran importancia radica en que son el componente fundamental de los dispositivos utilizados en la fabricación de la totalidad de los productos generados por las nuevas tecnologías.
DIOS Y PASTEUR. Es que los avances científico técnicos son fruto del saber humano, de su trabajo, de su inteligencia, de su conciencia. Los hacedores necesitan comprender que el producto de las realizaciones les corresponde y no debería ser absorbido por rastreros e inútiles que, desde un cielo oscuro han diseñado el rumbo planetario sobre fines del siglo pasado y pretenden seguir haciéndolo en este presente. Saber eso y actuar en consecuencia, implica vivir mejor, trabajar menos y con más utilidad, establecer relaciones pacíficas entre las naciones.
Sucede que Un poco de ciencia nos aleja de Dios, pero mucha ciencia nos devuelve a Él. Se trata de una reflexión formulada por Louis Pasteur.
El investigador demostró que los microorganismos no se forman espontáneamente, y refutó así la teoría de la generación espontánea. Evidenció que todo ser vivo procede de otro ser vivo anterior.
Un descubrimiento muy importante, también, en el nivel político.
- Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal
Imágenes. Shanghai. Moscú. Teherán. El Vaticano. Brasilia. Nueva Delhi.
