El texto analiza el debate entre el presidente y la ex mandataria a través de las redes sociales.
Esta semana, la ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner publicó un crítico documento en el cual acusa a Javier Milei de estar llevando a cabo una gestión anti-liberal. En su texto, la ex mandataria sostiene -con sobrada razón, más allá de cualquier apreciación subjetiva sobre CFK- que Milei ha intervenido en tres de los cuatro precios de la macroeconomía: el peso, a través de la determinación de la tasa de interés; el dólar, al
quemar reservas del Banco Central (BCRA) para sostener la cotización anclada; los salarios, mediante el techo del 2% a las paritarias; dejando libre solamente el de bienes y servicios.
¿Qué significa esto último? Si hay un techo a las paritarias, pero, en contrapartida, los precios de los alimentos, el combustible, el transporte, las tarifas de la electricidad, el gas, internet, telefonía aumentan desproporcionadamente, el programa no consiste en otra cosa que en una formidable transferencia de recursos de los sectores asalariados -los que deben vender su fuerza de trabajo para subsistir- hacia los formadores de precios, es decir, las empresas monopólicas, el círculo rojo o la oligarquía (dejo al lector la elección del nombre para este sujeto social).
Nada de lo que le endilga CFK a Milei es cuestionable. Al respecto, el influencer Carlos Máslatón, confeso votante de Milei, publicó en su cuenta de X: “Impactado esta mañana por el comunicado de Cristina Kirchner. Todo este análisis del comienzo destila liberalismo
económico puro y defenestra a Milei como antiliberal. Lo podría haber escrito yo mismo, más aún es todo lo que vengo diciendo desde diciembre”.
Agrega en otro tuit el mismo Maslatón: La mejor inversión para la oposición contraria al Presidente Milei es que prosiga impunemente el máximo tiempo posible esta política económica antiliberal. La sobrevaluación cambiaria, el manejo neomarxista de ésta y de la tasa de interés, y la deuda pública creciendo 10 mil millones de dólares por mes, es garantía asegurada de fracaso estilo Videla-Martínez de Hoz y de Macri-Caputo. En el
medio, por supuesto que sufre el pueblo y se destruye toda industria lícita en el país, pero Milei tiene apoyo suficiente para seguir procediendo y nada puede frenar ahora el rumbo destructivo elegido”.
Ahora bien, sin desmedro de la crítica efectuada por CFK, se corre el riesgo de encorsetar la discusión política a través de las redes sociales. Si el debate es el law fare o la economía bimonetaria, la discusión está perdida de antemano. En suma, es como pedirle al Partido Judicial (siguiendo la denominación que hace CFK del Poder Judicial en sus intervenciones) que no sea tan malo con nosotros o a la oligarquía que liquide la cosecha ante la escasez de divisas. Ni law fare ni economía bimonetaria, los ejes de discusión del peronismo son la soberanía política, es decir, la autodeterminación nuestra como pueblo ante las potencias coloniales, la independencia económica, sin direccionamientos de organismos de crédito internacionales, y la justicia social, con salarios altos y capacidad de ahorro para los asalariados. Los ejes de las fare y economía bimonetaria nos ponen de rodillas, nos dejan en el lugar de la parte débil. Y es, en definitiva, muy pobre el horizonte que ofrece el peronismo al
pueblo.
Por eso, la discusión es a través de “tuitardos”, dado que no hay verdaderos espacios de participación y desde ya que no hay debate ni acuerdos. Más que un horizonte, es un pozo de resignación. Esto explica la aún alta imagen de Milei en la opinión pública. Hasta que el
peronismo no proponga sus propias banderas, será difícil cambiar los términos de la discusión.
Marcelo Ibarra, director de revistapunzo.net
