La mentira sistemática fue la vía elegida por el gobierno para conseguir sus objetivos. ¿Pero cuáles son tales objetivos?
En su campaña electoral los ejes fueron eliminar los privilegios de la casta y establecer la dolarización, propuestas que generaron muchas expectativas. También se anunció que los aumentos de tarifas iban a ocurrir luego de que se mejoraran los ingresos de la población.
Comenzada la gestión, las anteriores promesas se olvidaron o postergaron, como en “La rebelión en la granja”.
Luego se planteó reducir la inflación y el gasto público para así poder quitar el cepo y reducir los impuestos. Pero ahora se dice que el cepo no se puede quitar porque habría más inflación. De modo que se cae la teoría monetarista. Milei es el rey de la zaraza.
“Estamos haciendo un esfuerzo que vale la pena y que es menos duro que lo imaginado con mejoras salariales y para los jubilados”, dijo Milei. Por eso va a vetar la ley de aumento a los jubilados y les metió palos y gas pimienta.
Se olvida el Presidente que el 37% de los argentinos gana menos de $ 300000; que hay un 55% de pobres y un 20% de indigentes.
A todo esto se ha difundido que la deuda pública se ha incrementado en más de U$S 80.000 millones. No hay emisión monetaria pero si emisión de deuda.
Además, crece la fuga de divisas; es decir que el frente externo se complica.
Respecto de la “victoria” contra inflación dijo el economista Zaiat que “El 4% es una cifra elevada en el escenario de hiper recesión, tipo de cambio oficial atrasado, ingresos de la población deprimidos, caída del consumo; ajuste fiscal y contracción monetaria”.
El Ministro Caputto dijo en Córdoba: “El Presidente garantiza que no nos vamos a mover del orden económico; en pleno ajuste la gente sigue apoyando al Presidente”. Dice esto mientras el orden económico se acerca al derrumbe.
Los escándalos mediáticos y las denuncias a las organizaciones sociales, gestados para confundir, salpican ahora a las autoridades.
El gobierno dice cualquier cosa, pero ya no es creíble. El campo nacional popular logra recuperar una parte de la verdad; a veces como hechos de lucha incontrastables, a veces como girones discursivos.
Los gobernantes nos llevan al caos; las mayorías se preparan para que sus mentiras no las envuelvan nuevamente.



