El Griego venció a Racing de Chivilcoy 80 a 57 y en la próxima temporada jugará en la máxima categoría del básquetbol argentino.
En un “Poli” Cerutti repleto donde todo fue euforia, el equipo conducido por Gustavo Negro Peirone superó a Racing de Chivilcoy por 80 a 57, terminó 3-2 la serie final y se consagró Campeón de la Liga Argentina.
No es el título más importante para el club más ganador de la Liga Nacional, pero uno de los más festejados, y esperado.
Con una campaña grande: 36 victorias y apenas 12 derrotas en toda la temporada.
Atenas fue un equipo con mucha personalidad que tuvo mucha entrega, y que dejó el corazón en la cancha.
La calidad del plantel marcó diferencias con el resto. El VERDE cordobés está de regreso.
Desde aquella noche en Boedo, cuando se perdió la categoría, se sabía que el regreso no sería fácil. No solo por lo deportivo sino también por lo institucional. Pero por suerte, el duro golpe pegó pero no volteó. Con mucha voluntad y amor propio, Atenas se levantó y dio pelea.
Primero asimilo que las cosas no estaban bien, luego planificó y comenzó a trabajar. Se armó un equipo con aspiraciones, porque así lo marcaba la historia, pero también se trabajó hacia adentro. Se hicieron cambios institucionales, modificaciones necesarias y hasta se llegó a inaugurar el tan deseado estadio propio.
Se podía hacer mucho pero también los resultados debían acompañar y este equipo lo hizo posible, pasó por todas las instancias y sacó pecho cuando fue necesario. Con un cuerpo técnico trabajador y jugadores de jerarquía la fórmula no podía fallar.
Lograron recuperar a esos hinchas frustrados por el fracaso y con el apoyo incondicional de los fieles de siempre se armó el combo justo para lograr lo que todos querían desde aquella triste noche en cancha de San Lorenzo.
Fuente: Cba24n
