Un vendedor detenido durante la represión denunció torturas en las cárceles

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La violenta represión desatada durante la protesta contra la Ley Bases dejó un saldo de 33 manifestantes, vendedores ambulantes, estudiantes e incluso, personas con discapacidad detenidas, de las cuales liberaron a 17, pero 16 continúan en prisión con causas inventadas por el fiscal Carlos Stornelli -que ya pidió la prisión preventiva de las personas liberadas- sin prueba alguna. Entre la arbitrariedad y la violencia ejercida por las fuerzas de seguridad, hubo traslados a penales, hostigamiento e incluso torturas.

Matías Ramírez es uno de los vendedores ambulantes detenidos durante la represión del miércoles pasado. Se encontraba con un amigo, con quien había puesto una parrilla y heladerita en la calle, en Entre Ríos e Yrigoyen, cerca del Congreso, y vendía choripanes y gaseosas el día de la protesta, como lo ha hecho en tantas otras manifetaciones o recitales. Alrededor de las 16, después de que se desatara la represión comenzó a levantar sus cosas para retirarse pero fue detenido y acusado por delitos de sedición y terrorismo. Pero lo peor no quedaría ahí, sino que vendría más tarde, cuando sufrió maltratos y torturas en la cárcel.



En una nota realizada por la periodista Irina Hauser, para Página 12, Matías relató que, tras ser detenido fue indagado en el juzgado de María Servini de Cubría, y trasladado junto a otrxs detenidxs al penal de Ezeiza, del Servicio Penitenciario Federal (SPF): “Apenas entramos nos pusieron contra una pared y nos empezaron a tirar gas pimienta. Nos desnudaron y nos interrogaron. ¿Cuánto les pagaron por ir ahí, eh? ¿Y vos de qué agrupación sos? Ese tipo de cosas. Uno del grupo contestó que sólo peleaba contra la aprobación de la ley, y le metieron un cachetazo. A mí también. Después nos metieron en un pabellón con presos que ya llevan tiempo ahí”.

Además de ello, durante las detenciones, también hubo personas que tiradas en el suelo, recibieron patadas y presiones en la cabeza con borcegos por parte de los efectivos. Incluso, un joven se desmayó por la presión de los precintos con los que le amarraron los las muñecas. 

Fuente: Infonews

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