Cuando la historia escriba un par de líneas sobre aquella jornada del 12 de junio de 2024 dirá que ese día se jugaba el destino de la patria en el texto de una ley y dará cuenta de quienes, desde sus bancas en el Senado, la defendieron y quienes la entregaron por 30 monedas.
Dejará además testimonio de los que estuvimos en las calles expresando nuestra genuina rebeldía patriótica y de aquellas ausencias “justificadas” por el pragmatismo de la resignación… y también de la negociación, aunque sea de algunas migajas.
Por último contará que al igual que en muchas otras jornadas de nuestra historia, tanto en dictaduras como en mal llamados gobiernos democráticos, un régimen cipayo reprimió al pueblo por impotencia, por la imposibilidad de explicar razonablemente a las mayorías el beneficio que representa la entrega de la patria.
La lucha continúa y como lo señala también la historia, ningún gobierno cipayo dura demasiado tiempo, al fin el pueblo con su verdad, siempre vence.
Por Héctor “Gringo” Amichetti