Las cooperativas, y lo podemos hacer extensivo al mundo de las mutuales, al mundo de las pequeñas y medianas empresas, a los emergentes de la economía social y solidaria, aportan todas ellas al desarrollo local humano y sustentable de las comunidades en las que están inmersas.
De una u otra manera, se desarrollan impactando transversalmente la vida cotidiana de la comunidad, notándose mucho más en aquellas pequeñas y medianas localidades. Alimentan las economías de los lugares de las que forman parte, ya que sus excedentes son distribuidos o reinvertidos en el mismo lugar donde funcionan.
Si nos adentramos en el mundo cooperativo, las escuelas se organizan con cooperadoras o queosco cooperativos, con participación de padres, alumnos, directivos y docentes, los servicios básicos son prestados por la cooperativa de la localidad que año tras año van renovando sus autoridades, apelando a la participación de todos sus asociados y asociadas, que no son ni más ni menos que los vecinos y vecinas de la localidad.
La preocupación por el medio ambiente es un desafío todos los días de las cooperativas, como de todas las entidades que habíamos citado anteriormente. Son importantes generadoras de trabajo en el lugar, de manera tanto directa como indirecta, colaboran aportando a la salud sustentable, local y sonal, con centros médicos, ambulancias para atender emergencias, bancos de sangre y hasta con planes de vivienda para que todos y todas tengamos la casa propia.
En fin, en muchas pequeñas y medianas localidades, hablar de trabajo, de educación, de salud, de vivienda, de cuidado del ambiente, también es hablar de cooperativas de las demás entidades de carácter social y de las pymes.
A esta cotidianidad, más allá de anunciarla, debemos promoverla, comunicarla, llevar la experiencia de gestión eficaz y eficiente a los grandes centros urbano. Hoy, de los 427 municipios y comunes de la provincia de Córdoba, solo los grandes centros urbanos tienen un fuerte desarrollo del sector privado, con importantes inversiones de capitales nacionales y transnacionales concentrados, claro está, porque sencillamente porque son rentables y lamentablemente ven al trabajo, la educación, la salud, la vivienda propia y el cuidado del medio ambiente con el signo pesos, siendo la maximización de las ganancias y el objeto principal, quedando el ser humano en un segundo plano, generando así sociedades excluyentes que hacen notar la pobreza y la indigencia en los grandes centros urbanos principalmente.
Existen diferentes iniciativas de promoción a lo largo y a lo ancho de la provincia y del país que tienen que ver con el desarrollo de las cooperativas, de las mutuales, de los nuevos emergentes de la economía social y de las pymes apoyadas desde sus federaciones, desde las cámaras de empresariales y desde las confederaciones como lo es la red de municipios cooperativos, iniciativa de la confederación de cooperativas de la República Argentina co -operar que pretende comprometer la mayor cantidad de estados locales y provinciales para el desarrollo de las cooperativas, sus principios, sus valores y como bien dijimos el desarrollo local y sustentable que yo implica.
Corren tiempos de brutales ajustes en los que nos quieren hacer creer que el individualismo es el valor natural a pregonar y el desguace del estado lo que debemos validar. A esta mirada le oponemos más cooperativismo, más mutualismo, más pymes, más igualdad, más solidaridad, más estado y más libertad colectiva.
Por Pablo Tissera, Presidente del Partido Solidario Córdoba
