El Peronismo Bonaerense unido entorno del Gobernador Kicillog, contra Milei

Axel Kicillof
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La Provincia de Buenos Aires, desde el Gobernador Manuel Dorrego y especialmente desde la gobernación de don Juan Manuel de Rosas, se constituyó en un puntal del desarrollo de la Nación, con una visión federal y productiva.


El proceso de escisión entre la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires, a lo largo del siglo XIX, fue otorgándole una propia identidad, como territorio industrial y agrícolo-ganadero. Mientras que la actual Ciudad de Buenos Aires es el centro de la especulación financiera y en sus calles céntricas se cocinan la dependencia y el atraso de las provincias argentinas mediante un centralismo liberal, anglicano y unitario desde el nacimiento como Nación, en nuestra provincia se asientan las masas postergadas alrededor de las industrias, originarias muchas veces de otras provincias argentinas, hijas de un proceso inconcluso de desarrollo manufacturero y tecnológico que la oligarquía terrateniente y financiera permanentemente obstruyen. La otra mitad bonaerense: el interior agrícola y ganadero, es un territorio productivo sin igual, con importantes ciudades y una geografía homogénea a la que el Estado bonaerense ha dotado históricamente de rutas e infraestructura para el intercambio con las ciudades y el comercio exterior. El pueblo bonaerense es productivo y orgullosamente federal, en oposición al unitarismo porteño, especulativo y rentístico.

La Provincia de Buenos Aires se proyecta a las regiones argentinas. El norte litoraleño, integrado al río Paraná y las rutas mercosureñas. El sudeste se extiende hacia el Mar Atlántico y la Patagonia, mientras que el oeste penetra en el centro y noreste argentinos. Mientras la city porteña mira al extranjero, los bonaerenses articulamos en el espacio nacional. Pero esa estratégica Ciudad de Buenos Aires va perdiendo la responsabilidad de su condición de Capital Federal. El Gran Buenos Aires rodea su territorio y hace de la Plaza de Mayo, junto al conjunto social de la Nación, un lugar donde se plebiscitan los gobiernos. Los gobernantes no puede obviar que el Pueblo bonaerense y los barrios pobres de esa ciudad suelen hacer tronar el escarmiento, desde el 17 de Octubre de 1945 y como en el 2001.

Siendo la Provincia de Buenos Aires una puerta a los ríos interiores, en las barrancas de Vuelta de Obligado dimos una de las dos batallas más importantes por la soberanía contra el eterno enemigo geopolítico de nuestra nacionalidad: las tropas inglesas, aliadas a las francesas, quisieron remontar los ríos interiores para comerciar libremente con sus productos, sin reconocer la soberanía de la Confederación Argentina. También es de destacar que cuando el Imperio británico invade nuestras islas Malvinas, éstas pertenecían a la Provincia de Buenos Aires. El Gobernador de Malvinas desalojado en 1833, Luis Vernet, tuvo derechos de explotación y administración otrogados por la Provincia de Buenos Aires, desde el Río Negro hasta el Cabo de Hornos. Nuestra provincia es marítima y patagónica desde sus nacimientos.

Reivindicamos junto a nuestro Gobernador Axel Kicillof la necesidad y el derecho de la Nación y los bonaerenses, de construir el Canal Magdalena en la desembocadura de la cuenca Paraná Platense, por haber sido expropiados de nuestro derecho de navegar libremente entre estos ríos y el Mar Atlántico argentino; de tener salida soberana al mar, perjudicando nuestro comercio exterior y subalternizando nuestros puertos respecto del Puerto de Montevideo, histórico enclave colonial de los intereses monopolistas extranjeros, surgido al calor de la geopolítica inglesa, hoy administrado por las empresas Maersk y Hamburg Sud, abastecedor también de la logística que requiere Inglaterra y la OTAN en nuestras Malvinas, así como pretende ser un puerto de trasbordo de mercancías nuestras y de los países de la región. También nos oponemos al mantenimiento y dragado de nuestros puertos por parte del cuerpo de ingenieros del ejército norteamericano, cedidos por la Administración General de Puertos de la Nación, verdadera concesión de soberanía sobre nuestro territorio.

Reivindicamos también junto a nuestro Gobernador Kicillof nuestro derecho a ser una provincia petrolera en la cuenca marítima bonaerense. Decimos que mientras a los bonaerenses no nos dejan explotar nuestro petróleo off shore mediante tretas judiciales y otras trabas ambientalistas, los ingleses cuentan con la aprobación y el apoyo del gobierno entreguista de Milei y el ambientalismo imperialista para explotar ilegalmente petróleo y gas en nuestros territorios marítimos ocupados.

Reivindicamos nuestro derecho a ser una provincia industrial, principal generadora de empleo y motor del mercado interno, permanentemente atacada por las políticas desindustrializadoras y antiproductivas de apertura a las importaciones de productos extranjeros, de políticas económicas que sostienen un tipo de cambio que afectan la competitividad de nuestra industria. La industria es fuente de un verdadero poder nacional y de los bonaerenses.

Reivindicamos nuestro derecho de ser parte de las naciones industriales, dejar de estar debajo de otras que sin riquezas naturales, producen con tecnología y conocimientos innovadores lo que necesitamos. Los salarios del sector industrial son un derecho de nuestra clase trabajadora, verdadera riqueza de las Naciones.

Reivindicamos nuestros derechos a sostener el crecimiento y desarrollo de las plantas de energía nuclear que existen en nuestro territorio. Al mantenimiento soberano de los puertos bonaerenses, y las vías navegables y las ferroviarias. Al desarrollo de la industria automotriz, ferroviaria y naval. A tener rutas y caminos en buen estado, mediante la obra pública. Al refinamiento de petróleo para la Nación. A la industria siderúrgica nacional, química y textil, para proveer de insumos a otras fábricas. A ser parte del complejo industrial de la defensa nacional.

Reivindicamos nuestro derecho a tener escuelas, universidades y hospitales públicos de calidad, mediante el financiamiento de los Estados nacional y provincial, para beneficio de las generaciones de bonaerenses actual y por venir.

Reivindicamos nuestro derecho a tener alimentos sanos en el marco de un desarrollo armónico de la agricultura familiar periurbana y de la agroindustria, verdadero motor del desarrollo de ciudades y pueblos de nuestro interior bonaerense. Los distintos sectores productivos de nuestro campo, proveedores de alimentos para nuestras ciudades y de agroalimentos para el mundo, que se comercializan en forma de commoditys o mercancías con precios internacionales, tienen que poder desarrollarse armónicamente en el marco de sus comunidades.

Nuestros sectores productivos y comunitarios, en el marco de un pueblo libre, tienen el derecho de contar con un gobierno centralizado y un Estado organizado -como mandan nuestras 20 verdades peronistas- para el desarrollo de la industria y los servicios asociados, que den bienestar y futuro a las comunidades.

Reivindicamos nuestro derecho a un País federal, sostenido en el respeto de los derechos de las provincias y sus comunidades, frente a la imposición de un gobierno central que las avasalla. La unidad del territorio argentino está en peligro, por la estrategia de división de los argentinos y las argentinas, continuada por la imposición a las provincias de ajustes fiscales, avasallando las jurisdicciones provinciales sostenidas en sus soberanías fiscales.

Reivindicamos nuestro derecho como bonaerenses y argentinos de tener un Estado nacional que dirija la economía y planifique, venciendo la improvisación y el oportunismo, frente a la pretensión de otras potencias extranjeras y sectores económicos oligopólicos y concentrados que pretenden dirigirla en sus propios beneficios. También a un Estado bonaerense que, en armonía con los sectores privados y la comunidad toda, establezca los acuerdos y políticas públicas para el beneficio de la mayoría de la sociedad.

Reivindicamos el derecho a ciudades habitables con barrios dignos. A la gestión democrática de los bienes públicos con participación de la comunidad. A que todas las familias tengan una vivienda, escuelas y jardines donde llevar a sus hijos. Al esparcimiento, la cultura y los deportes. También a una planificación donde haya tierra para los que la trabajan.

Reivindicamos que el General Perón dijo “Para un peronista no hay nada mejor que otro peronista” y “para un argentino no hay nada mejor que otro argentino”. El colonialismo construye las grietas en la sociedad, para hacer aquello de “divide y reinarás”. Diremos con Martín Fierro: “Si entre hermanos se pelean, los devoran los de ajuera”. Los únicos que no entran en la unidad nacional que proclamamos, son aquellos que sirven a intereses extranjeros.

Por último, reivindicamos nuestro derecho a autoconvocarnos para organizarnos y tener un peronismo bonaerense unido, reconociendo el liderazgo de nuestro actual gobernador Axel Kicillof, que aporte a la unidad nacional y la reconstrucción del peronismo, bajo la doctrina justicialista y el estilo de conducción política promovido e inculcado desde el Manual de Conducción Política: “La unidad de concepción está en la teoría y en la doctrina; y la unidad de acción está en la buena conducción del conjunto de esa doctrina y de esa teoría. Vale decir que se trata de poner, en consecuencia, en marcha no solamente la idea, para que ella sea difundida, sino la fuerza motriz necesaria para que esa idea sea realizada, que es lo que interesa”.

MOVIMIENTO NACIONAL JUSTICIALISTA – Por Gastón Harispe

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