Peligro en la selva: Los monos estan hablando

Mono Burgos
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Hace horas, por expresiones racistas, el Mono Burgos fue cancelado, por un ratito, en los medios de comunicación deportivos españoles. El hecho en cuestión es de publico conocimiento y no abundare en sus detalles masivamente difundidos.


Prefiero problematizar cuales son los motivos centrales por los que se sanciono al ex arquero de la selección nacional, River Plate y Atlético de Madrid.
La pregunta de indagación que se puede elaborar es: ¿Cuál es el motivo social por lo que se sanciono al Mono Burgos? ¿Son sus expresiones racistas o la violación de la implícita censura que prohíbe visibilizar los procesos estructurantes de explotación en las sociedades contemporáneas?



¿De qué se ríe el Burgos, el Mono? ¿De un joven negro que en tiempo real muestra los méritos de sus atributos deportivos y de las posibles consecuencias que padecería de no aprovechar las oportunidades sociales que su trayectoria deportiva le ofrece para salir de su contexto de origen social? O, ¿de la condición, horizonte y posición socioeconómica estructurada por la sociedad para el joven negro, sino es capaz de aprovechar las “oportunidades” alternativas que el orden social, en el futbol, le oferta, como salida bufonesca, meritocrática y paródica, pseudo gladiadora de leonera posmoderna, dentro de la industria global intensiva de entretenimiento?
¿De que se rieron todos y todas en ese estudio de televisión? ¿Y los que lo vieron y escucharon? ¿De que se rieron o nos reímos?

El racismo es peligroso, es repudiable, es combatible. Es una expresión brutal de la desigualdad social y de la brutalidad del alma del opresor y explotador. Y, también, las formas de subjetivación implicadas en los explotados. Pero, en esas formas de apropiación de excedentes, la industria del entretenimiento, el futbol profesional global, en sus niveles más altos de élite deportiva, las expresiones racistas ¿son peligrosas como expresión discriminatoria que modeliza una sociedad desigual o como una amenaza a la configuración que asumieron en los últimos años las características del negocio del fútbol?

Pues, permítanme sostener, que aquello que prevalece como resorte que moviliza poderosamente la sanción a las expresiones básicamente discriminatorias, racistas y clasistas, del Mono Burgos, son enmascaradamente, la preocupación por las nuevas características globales que contiene y manifiesta el negocio del futbol.
Es evidente como en los últimos años han proliferado la incorporación de numerosos jugadores provenientes del universo africano.

Los masivos procesos migratorios, una larga cadena de neoesclavitud que entretejen miles de historias trágicas y dramáticas, describen los procesos políticos, económicos y culturales, sobre los que sostengo la base de mis fundamentos. Estos procesos, sumados/articulados, a las poblaciones tornadas en comunidades locales, establecidos con anterioridad, principalmente en el corazón de las grandes ligas de futbol europeo, Alemania, Francia, Italia, Inglaterra y España, fueron constituyéndose en recursos humanos e insumos que mejoraron sustancialmente la productividad y competitividad de las principales ligas. El nuevo circo romano se actualizo y refino hasta conseguir niveles superlativos de integración y funcionamiento interno, para una productividad extraordinaria de sus excedentes económicos. Los jugadores negros integran en gran numero los principales equipos europeos, e inclusive, sus selecciones nacionales. Entre ellos, la mayoría se destaca por sus destrezas, fortaleza, agilidad y velocidad, en el juego. Constituyéndose en atractivas mercancías de entretenimiento, que pueden consumirse 2 o 3 veces por semana. Inclusive, volverlos, como mercancía mediática, artículos de publicidad o atracción cotidiana. Las distintas cadenas de valor, que usufrutuan su fama deportiva, multiplican la producción de excedentes, diversificando sus posibilidades de generar riqueza.

Los jugadores de futbol negros de las ligas de elite europeas son activos demasiados valiosos como para no protegerlos y evitar cualquier menoscabo o afectación en los niveles, calidad y volúmenes de su productividad, en el tiempo útil que dure su trayectoria futbolera.
Por lo tanto, ¿de qué se ríe el Mono Burgos? ¿De qué se ríen todos los que se rieron por sus expresiones?
Se imaginan, si en la selva los monos empezaran a hablar y el resto de los animales pudiese entender lo que dicen, que pasaría…
Pues bien, pregúntate si te reíste los por qué. El miedo no es sonso. Las sanciones morales del orden económico que gobierna, en este caso, la industria mundial del entretenimiento, tampoco.

En la selva, es peligroso que los monos hablen. Los leones, se los pueden devorar.

Rodrigo de Unquillo

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