Hacen sus carreras desde diferentes lugares del quehacer nacional algunos desde dentro de un partido político u organización social o sindical, desde algúno de los mas de 5000 municipios del país, algunos ediles en sus pueblos, legisladores en sus provincias, delegados o dirigentes de sus organizaciones otros desde las rosca, la componenda, el lobby de algún poderoso, otros por sus atributos personales en alguna tarea especifica o por su nivel de disposición y desempeño en tareas sexuales, otros desde la fortuna casual de haber nacido, o haber estado vinculado con la persona o familia justa en el momento adecuado.
Se supone que como reza nuestra carta magna la Constitucion Nacional un Diputado/a Nacional representa al pueblo de la nación, que no gobierna ni delibera sino a través de sus representantes, por eso vivimos un una Republica REPRESENTATIVA.
A alguno/a les conocemos las caras por figurita repetida o porque han golpeado nuestra puertas verdaderas o virtuales para pedirnos nuestro voto para que nos representen mas, bien y mejorar asi nuestra calidad de vida y la de la Nacion toda. Otros/as nunca supimos de su existencia, no tienen vida publica van de familia en familia, de despacho en despacho, de cargo en cargo o de cama en cama, pero no tienen vida publica, militancia activa política, aparecen en el monton de una lista de un partido político y se supone que comparten los ideales, la doctrina y por lo menos la plataforma electoral que ese partido presento a la justicia electoral para esa ocasión.
Como sea, terminan jurando cumplir y hacer cumplir la Constiucion Nacional, pasan a cobrar un sueldo promedio de tres millones de pesos además de todos los privilegios de los que goza un importante representante del pueblo, de los mas de 50 millones de Argentinos o de la Nacion (elija usted).
Como sea también, fruto de errores, trapicheos, mezquindades, cipayismos de toda clase y el cansancio, la bronca y la desesperación de millones resulta elegido un Presidente de la Nacion que no oculta que su objetivo en la vida es destruir esa misma nación, destruir el estado del que nuestro/a diputado/a forma parte y para empeza manda un mamotreto de supuestas leyes y decretazos que entre renglón y renglón pide al Congreso de la Nacion que sele otorguen Poderes Extraordinarios para que pueda legislar a su antojo (pese a que eso esta prohibido expresamente por la Constitucion Nacional) a cambio, no cerrara el Congreso y los dejara seguir cobrando sus sueldos y gozando de sus privilegios. Hasta aca, si lo entendió usted imaginese lo bien que lo entendió un/a diputado/a.
Los bloques de la Camara de Diputados que tiene partido, ideología, doctrina o una pizca de sentido común se oponen a todo esto como es lógico.
Los Diputados del Presidente y aquellos que se benefician directamente de su gobierno lo apoyan incondicionalmente.
En el medio empiezan a aparecer los diputados/as del principio de esta nota, que argumentando “no poner palos en la rueda”, “darle tiempo”, beneficios para su pueblo natal o para la actividad económica zonal o provincial van a “acompañar parcialmente” el engendro que dice expresamente que quiere que le den la suma del poder publico y político entre otros centenares de cosas.
En el medio 25 millones pasan hambre y la otra mitad no puede trabajar porque no hay trabajo, los jubilados seguramente no podrán sobrevivir el ajuste mas brutal de la historia moderna, los niños y jóvenes no podrán estudiar, la desesperación y el desamparo se extienden de punta a punta de nuestro país como una mancha de aceite sobre el agua. Cuando es evidente que esta en juego la representacion del pueblo en el gobierno a través del Poder Legislativo, cuando es evidente que esta en juego el corazón mismo de la Constitucion Nacional y por lo tanto la existencia misma de la Nacion Argentina como tal, cuando el protagonista de nuestra nota, diputado/a se pone a “dialogar” y a titubear sobre lo que hara o lo que debe hacer…como lo/a llamamos?
Por Aldo Borchi, comunicador de FM Milenio
