Polémica por supuesto boicot del kirchnerismo a un proyecto de Ley de un diputado Massista

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“Nou quórum”, dijo desde el estrado la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, a las 5:58 de la mañana del miércoles, después de 17 horas de sesión, cuando alrededor de 30 diputados del Frente de Todos se levantaron de sus bancas. Al ver cómo se despoblaba la bancada de la coalición gubernamental, Graciela Camaño pidió la palabra y expresó: “lo que está haciendo el bloque del oficialismo es una vergüenza”.

Su bronca atendía a que en ese momento debía tratarse el proyecto de Ley de Trazabilidad de los Productos de la Pesca y la Acuicultura, cuya incorporación había logrado uno de los autores del expediente, el massista Carlos Selva, cuando a las 17:30 del día anterior propuso el apartamiento del orden del día para incluirlo y logró la adhesión de las tres cuartas partes de los legisladores presentes. De hecho, Selva apeló en sus argumentos a que la iniciativa había sido ampliamente discutida en comisión y la propia Camaño lo refrendó.

El presidente del bloque de Frente de Todos, Germán Martínez, no se manifestó en ese momento contra el proyecto en sí, pero deslizó que no lo incorporaban al temario en las reuniones de labor parlamentaria porque consideraban que era un tema importante al que debían dedicarle profundidad para su debate en recinto. El trabajo previo en comisión le impedía voltear el proyecto por su contenido porque había sido votado en esa instancia por representantes del oficialismo como Carlos Heller, Sergio Palazzo, Marcelo Casaretto, Itai Hagman, Florencia Lampreabe, Agustina Propato y el propio Selva, uno de los dirigentes que acompaña a Sergio Massa, en sus giras de campaña.

Por eso, Camaño preguntó retóricamente cuando se caía la sesión: “¿Qué debemos suponer? ¿Qué intereses toca ese proyecto? ¿Debemos suponer acaso que hay gente comprometida y con intereses para que el proyecto no salga?”.

En respuesta a la diputada de Identidad Bonaerense, intervino Leopoldo Moreau, quien atribuyó la diáspora oficialista al mismo cansancio que tal vez experimentaron los opositores cuando se ausentaron durante el tratamiento del Plan de Ciencia. “Nos dimos cuenta y nos volvimos a sentar”, dijo el referente del radicalismo kirchnerista. Con la voz temblorosa, además, le pidió a Camaño que “retire lo dicho” y la tildó de “Maestra Ciruela”.

El reloj ya marcaba las 6 en punto de la mañana y la titular de la Cámara Baja optó por levantar la sesión.

Más allá de los discursos, la polémica reveló que una fracción del kirchnerismo está contra la ley que no sólo permite combatir la pesca ilegal, sino también ponerle una lupe a un sector muy opaco como una parte del sector local que opera en el Mar Argentino. 

Fuentes del oficialismo y la oposición consultadas por LPO advirtieron que el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Carlos Damián Liberman, incorporó por vía de resoluciones medidas para controlar los productos de la pesca pero no son suficientes.

Desde la ONG Círculo de Políticas Ambientales, Eugenia Testa declaró a este medio que “las políticas de la Subsecretaría del Puerto llegan hasta el puerto nada más”. 

Al respecto, indicó que “cada vez más mercados exigen que los productos de mar sean trazables debido a la competencia desleal generada por la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada”, y añadió que “hay informes del Conicet que detectaron cómo venden tiburón o raya desmenuzada como atún”, impactando no solamente en el ecosistema marítimo sino también en el riesgo alimentario de la población.

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