Un profesor de una escuela técnica pública de Bariloche está entre los 50 mejores docentes del mundo

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Un profesor de una escuela técnica pública de la ciudad rionegrina de Bariloche, que impulsa un proyecto educativo con fin social en el cual sus estudiantes diseñan e imprimen en 3D dispositivos de ayuda para personas con artritis reumatoide, fue seleccionado este miércoles entre los 50 finalistas del Global Teacher Prize 2023, en la octava edición del premio internacional que reconoce a los mejores docentes del mundo.

Bruno Guillén (38) es técnico electromecánico, perito constructor y docente en el Centro de Educación Técnica (CET) N° 2 “Jorge Newbery”, una de las escuelas más grandes de Bariloche y de las más antiguas que este año cumplirá 70 años, donde dicta Diseño asistido por computadora y Taller de oficina técnica a estudiantes de entre 15 y 19 años, de tercero y sexto año.

El docente está entre los finalistas que participan por el premio de un millón de dólares, organizado por Fundación Varkey en colaboración con la Unesco y en alianza con la organización filantrópica Dubai Cares.

“Siempre me gustó enseñar, desde chico. Fue una emoción muy grande esta noticia. Tenía fé. Estoy feliz”, contó a Télam el profesor seleccionado entre más de 7.000 postulaciones y nominaciones de 130 países.


“Desde 2019 trabajo en el proyecto ‘Ayuda en 3D’, en el que diseñamos e imprimimos con los estudiantes dispositivos de ayuda para un grupo de personas con artritis reumatoide, una enfermedad discapacitante en la que degeneran las articulaciones y les cuesta mucho hacer fuerza con las manos por la inflamación que tienen”, precisó.

Guillén, que está en pareja con otra docente con quien tiene un hijo de 7 años, trabaja desde los 14 y contó que, a diferencia de la realidad que hoy pueden brindarle a su hijo, él tuvo una infancia “complicada” atravesada por las crisis sociales y económicas.

“Para nosotros la crisis del 2001 fue muy difícil -recordó-, mi papá, herrero y trabajador informal se quedó sin trabajo, yo tenía 16 y con mi mamá vivíamos del trueque, había poco trabajo, acompañaba a mi mamá a todos lados a cambiar productos por comida. Ella -también trabajadora informal- siempre se las rebuscó mucho con cuatro hijos”.




Fuente: Télam

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