Todo el universo que no está beneficiado por la suba del mínimo no imponible de Ganancias obtendrá devolución del IVA (21%) de la compra de artículos de la canasta básica, comprando con débito. De este modo, a los más de 600 mil trabajadores que dejarán de tributar por alto ingreso se le suman 18 millones entre trabajadores y jubilados que obtendrán un reintegro tope de $18.800 en su compra mensual de bienes esenciales. Son las dos medidas principales con las que el equipo económico conducido por Sergio Massa busca recuperar el ingreso promedio tras la devaluación.
Las dos medidas implementadas por decreto, que buscarán consolidarse en leyes, sumaron las críticas de gran parte de la oposición política. El principal argumento tiene que ver con el efecto que la medida tendría en los precios, alimentando a una inflación ya de por sí elevada. Las consultoras privadas estiman que el paquete de medidas tendrá un costo importante. Para algunas costará el 0,9% del PBI, mientras que otras lo estiman en 1,1% del producto. Otros, con mayores compromisos políticos en esta elección, directamente hablan de un punto y medio del producto.
De cualquier manera, las principales críticas aducen que más gasto y menos ingresos genera desequilibrios económicos que terminarán desatando una hiperinflación. Sin embargo, desde el gobierno sostienen que el costo fiscal de las medidas es menor al que publicaron diferentes consultoras y no contempla lo que se recaudará producto del estímulo del consumo. Por lo que, en los pasillos del Palacio de Hacienda coinciden que el efecto fiscal será prácticamente neutro.
Para el gobierno se trata de un círculo virtuoso
En diálogo con La Nueva Mañana, el director regional de AFIP, Santiago Cataldo, destacó que además de “otorgar beneficios”, las medidas “generan consumo”. En el caso de la devolución del IVA, utilizando débito se estimula el comercio registrado por lo que se desalienta la evasión. Se trata de miles de millones de pesos que recomponen ingreso, apalancan la demanda y que se canalizan al comercio registrado. “De esta manera se genera un círculo virtuoso que autofinancia la iniciativa”, señaló Cataldo.
Actualmente el IVA es la base de la estructura recaudatoria del Estado, explica la parte del león de los recursos tributarios que ingresan a las arcas de AFIP. Asimismo, la evasión existente sobre este impuesto que grava la actividad comercial es elevada. Informes oficiales a los que pudo acceder este medio estiman que AFIP recoge menos del 70% de la recaudación que potencialmente podría ingresar mediante el IVA. Lo que significa que el incumplimiento supera el 30% de lo que podría recaudar si la evasión fuese igual a cero.
“Los niveles de informalidad existentes generan un núcleo duro de incumplimiento que se profundiza en períodos de crisis económica”, reza el informe, ya que la actividad no registrada prolifera en contextos económicos adversos. Consecuentemente, las medidas anunciadas impactan en ese universo del comercio “en negro” mediante el cual se escurre parte de la recaudación, reduciéndolo. En efecto, explicó Santiago Cataldo, esperan que el costo fiscal de la medida sea “financiado por la formalización de las operaciones y el mayor consumo registrado como motor de la actividad económica”.
El incumplimiento de la meta fiscal tensa la cuerda con el FMI
Más allá de las declaraciones públicas del gobierno, es sabido que las metas fiscales para este año no se cumplirán. La diferencia entre recaudación y gasto durante el primer semestre no fueron en línea con el objetivo de cerrar el 2023 con un déficit primario del 1,9% del PBI. El entorno de Sergio Massa se justifica con que la sequía afectó las exportaciones y por tanto a los recursos tributarios relacionados al comercio exterior. Todo indica que en el segundo semestre se profundiza el alejamiento de esa meta.
Parado en una devaluación del 30%, el equipo económico acumula más de 450 millones de dólares de reservas en el mes. La principal base para aquietar el valor del dólar y usarlo como ancla inflacionaria en lo que resta del año. Además, esta recomposición de las reservas internacionales también serán el principal escudo para enfrentar lo que se viene con el Fondo Monetario Internacional. Relaciones tensas.
El Fondo está al tanto de los anuncios de Massa
Un importante consultor económico que mantiene fluidas relaciones con el equipo del tigrense y también con inversores externos dijo en off a este medio que las relaciones se pondrán más “duras”. “El fondo hundió el bisturí hasta el hueso en estos últimos 120 días”, en parte por su comprensión dogmática del mundo y los esquemas rígidos que proponen, pero también por el sesgo anti argentino del chileno Rodrigo Valdez, funcionario del organismo.
Nuestra fuente aclaró que el Fondo fue notificado sobre este paquete de medidas fiscales que dificulta el cumplimiento de la meta. Desde el gobierno “no tuvieron la torpeza de que se enteraran por los diarios”. No obstante, puede haber “distancia” en la relación que la Argentina viene teniendo con el organismo multilateral de. El resultado de la elección determinará si la relación se tensa o si se vuelve a una subordinación. Para nuestra fuente, ver que los principales alfiles de Economía se mueven como “si vayan a quedarse por cuatro años” es augurio de que “Massa va ser muy competitivo”.
Rinaldi: Las medidas recomponen ingreso y no generan inflación
Por su parte, para el economista y docente universitario José María Rinaldi, la política fiscal expansiva que desarrolla el gobierno “está bien”, aunque “debió haberlo hecho mucho antes”. “Son medidas expansivas en cuanto a la demanda agregada con efecto en consumo” que recomponen ingresos deteriorados por el aumento de los precios. Sobre las críticas que estas medidas reciben por parte de diferentes economistas, Rinaldi aclaró que tratan de “ocultar las verdaderas causas de la inflación demonizando la recuperación del poder de consumo del salario”. Lo que viene calentando los precios es la escasez de reservas y la devaluación, especificó.
Sobre el efecto de las medidas en el nivel de actividad, quien dirige el Estudio Rinaldi enfatizó que el estímulo al consumo servirá para amortiguar la caída de la economía que todo indica terminará en negativo. Lo cual no quita que algunas industrias hayan tenido “niveles de producción muy alto”. Mientras haya un clima electoral incierto con “diagnósticos” y “propuestas” económicas “patéticas” habrá “volatilidad económica”.
Fuente: La Nueva Mañana