Liderados por la carne, los alimentos subieron más que la inflación promedio

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El encarecimiento del dólar hace casi cuatro semanas atrás en un contexto de alta inflación y con un salario mínimo históricamente bajo (medido en dólares), hace que la contención de los precios sea una obligación para el gobierno. Si bien se aplicarán estímulos a los ingresos, que funcionan como “adelantos”, en caso de que la inflación no se modere Economía se quedaría ya sin instrumentos para fortalecer el consumo. De ahí que muchos, para dejar de perder capacidad de compra, están más atentos a los programas de precios que a la suma fija anunciada la semana pasada.

La depreciación del peso del 30% durante el mes de agosto hizo que las subas de precios rompan el piso de 6% en que se habían estabilizado durante junio y julio. Si bien habrá que esperar a la semana que viene para conocer la inflación oficial de Indec, diferentes consultoras estiman que en agosto cerró en dos dígitos. Cifras que no se veían desde principios de los noventa. No pocas consultoras coinciden que el promedio general de aumentos de agosto fue de 12%. Asimismo, también concuerdan en que bajará de ese pico los meses próximos.

Para consultora, la inflación local superará a la nacional 

Un poco más arriba estuvo la inflación en Córdoba, según el relevamiento realizado por el Centro de Almaceneros. Luego de relevar más de 133 mil precios de los componentes de la canasta básica, en más de 2 mil comercios -señaló a La Nueva Mañana Vanesa Ruiz, vocera de la institución- registraron una suba promedio de 13,3 por ciento para toda la provincia. Siendo los precios de los servicios regulados los que menos subieron, mientras el rubro alimentos y bebidas estuvo arriba del promedio general. 

Todos los relevamientos coinciden en que el mes pasado se dio un escenario que no se veía desde el salto inflacionario de abril. Una inflación alta motorizada por el encarecimiento de la comida. Se trata de una consecuencia directa del salto del tipo de cambio que repercute en el costo del alquiler de la tierra agrícola en donde se producen los alimentos. A esto hay que sumarle que en los escenarios de incertidumbre cambiaria los precios de reposición se pierden. Esto significa que el comerciante no sabe cuánto le costará reponer el producto que vende hoy. En efecto, para no perder stock recurre a dos estrategias: no vende, o vende, pero con un precio de cobertura (asumiendo que la reposición le costará el doble).

Precios Justos apunta a la dispersión de precios

Sobre estas dispersiones buscan operar los acuerdos de precios anunciados por el equipo económico. Éstos otorgan facilidades impositivas a las empresas que ingresan a cambio de poner un tope de 5% en las subas de sus productos. En estos escenarios de volatilidad es común ver precios que escalan con potencia para luego bajar y encontrar un punto de estabilización. Víctor Palpacelli, titular de la Federación Argentina de Supermercados, explicó a LNM que posteriormente al salto del dólar oficial recibieron listas de proveedores que fueron rechazadas por subas excesivas. 

Las listas de precios de alimentos que recibieron los supermercados promediaron subas de casi 13%. “La carne y los subproductos lácteos” son las categorías con aumentos “que se destacan del resto”. Hasta antes del lunes 14 de agosto los precios que llegaban a los supermercados iban en línea con los de los meses pasados, con una tendencia al alza. Pero luego, “recibimos listas de precios que llegaron a superar los 27 puntos de aumentos”, señaló.

Ahora estamos transitando un proceso de adecuación que se extenderá hasta la semana que viene, explicó Palpacelli, quien también es titular de la red Almacor. Al momento más de 100 industrias proveedoras han firmado los acuerdos que le ponen techo a las subas. “Algunas se ajustaron rápidamente al tope máximo de 5% de aumentos. Han retrotraído sus listas al 14 de agosto”. Los supermercadistas creen que “hay voluntad de parte de la industria que ha firmado” de respetar lo acordado. Con muchas de ellas están negociando el detalle del acuerdo para evitar que los proveedores retaceen la mercadería.

Carne: entre el dólar, la oferta y la demanda

La carne tuvo un incremento importante según los diferentes relevamientos. En algunas carnicerías, el valor de los cortes sin hueso, como la pulpa, llegó a superar el 50% de incremento. En el sector sostienen que el precio al público depende del costo de la media res, pero también del poder adquisitivo de la zona en donde se encuentre el comercio, y cuando hay subas como las que se experimentan los traslados están condicionados por el consumo. Cuando la demanda deja de acompañar, se retrotrae, aclaran. 

Más allá de ese juego entre oferta y demanda, ya se esperaban incrementos en la carne para septiembre. Su valor estuvo planchado, explicaron desde la industria cárnica, porque la sequía encareció el engorde del animal. Por eso el ganadero aceleró los tiempos de venta y el resultado fue un aumento de los animales en frigorífico. Esto se traduce en más oferta y precios estables. Ahora, al haber lluvias en zonas ganaderas se lo alimenta a pasto que es más económico pero lento. Por tanto, se demora el ingreso de animales a faena y eso incide en la oferta de carne. A esto hay que sumarle la suba del dólar que repercute en el valor de todos los commodities agropecuarios.

En la vereda del frente, dentro de los alimentos que menos subieron se destacan los frescos, las frutas y verduras. Salvo la banana, en mayoría importada, por tanto, sensible al valor del dólar, el resto de los productos más consumidos no tuvieron movimientos bruscos. Incluso, se advierte retracción en diferentes precios en comparación con los valores de hace un mes atrás, de acuerdo a los precios del mercado de abasto.

Fuente: La Nueva Mañana

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