Un nuevo informe de la Asociación por los Derechos Civiles (ADC) revela que el 90% de las mujeres políticas argentinas ha experimentado situaciones de violencia de género a lo largo de sus carreras, y el entorno digital es el escenario más común de estos ataques.
Este informe, titulado “Palabras que Callan: la Autocensura de las Mujeres Políticas como Respuesta a la Violencia de Género Digital”, destaca la gravedad de este problema y las consecuencias que tiene para las mujeres políticas y la sociedad en general, informa Telam.
El estudio muestra que las redes sociales como Twitter, Facebook e Instagram son plataformas frecuentes para estos ataques, pero también se extienden a otras como Youtube, portales periodísticos o WhatsApp. Además, se observa que estos incidentes aumentan durante las campañas y elecciones políticas, lo que refleja un cuestionamiento persistente sobre la capacidad de las mujeres para ocupar cargos de toma de decisiones.
Para el estudio se realizaron dos instancias de investigación de fuentes primarias y secundarias. En primer lugar, se realizaron once encuestas y tres entrevistas a legisladoras nacionales que se desempeñan en comisiones dedicadas al tratamiento de asuntos de género, diversidad y tecnologías digitales. En segundo lugar, se recopilaron 33 notas de diarios nacionales y locales sobre declaraciones públicas de estas mujeres en relación a las agresiones y hostigamientos que sufrieron en el entorno digital.
Para hacer frente a las agresiones recibidas, las políticas han recurrido a diversas estrategias: en el corto plazo han optado por bloquear al agresor o remover publicaciones por la violencia de las respuestas, mientras que a largo plazo se han replanteado su participación virtual en ciertos debates o han dejado de expresarse con libertad, por temor a las represalias. Es posible advertir, en este sentido, que la autocensura ha sido la estrategia más empleada por estas mujeres en el afán de preservar su integridad tanto física como mental. En específico, el 60 por ciento de las encuestadas en el marco de la investigación reconoce esta práctica como una de las más utilizadas por las mujeres políticas frente a la violencia que se ejerce contra ellas.
Los hallazgos subrayan que la política es un espacio donde persiste la discriminación por razones de género. Aún si el marco normativo regula la participación de las mujeres en este ámbito, todavía existen comportamientos propios de la cultura machista que limitan el alcance real de estos espacios. En ese sentido, las recomendaciones formuladas apuntan a la necesidad de fortalecer un tratamiento integral de la cuestión. Por un lado, se proponen instancias de formación para funcionarios y funcionarias, enfocadas en la prevención y la reparación, para mejorar la toma de decisiones en materia de política pública, la regulación y resolución de casos concretos. Por otro lado, se sugiere la creación de programas educativos específicos para concientizar a la ciudadanía e incentivar un involucramiento activo que permita abordar el tema de raíz.
La abogada Victoria Penas, una de las autoras del trabajo junto a Manuela Giménez Bautista, remarcó en declaraciones a Télam que, aunque “el panorama es complejo”, hoy “se habla mucho más del tema que antes y eso es un logro y es algo para poner en valor”.
De todas maneras, señaló que “hace falta mucho más que discutir estas temáticas y estos problemas la violencia de género contra mujeres políticas tiene que ser abordada a través de políticas públicas”.
“Tanto la recopilación de notas periodísticas como las entrevistas y encuestas que realizamos a las mujeres que se dedican a la política en Argentina, demuestran que la violencia por razones de género en este ámbito es muy alta para las mujeres que quieren aspirar a ocupar espacios y lugares de poder”, consideró.
Aún si el marco normativo regula la participación de las mujeres en este ámbito, todavía existen comportamientos propios de la cultura machista que limitan el alcance real de estos espacios, remarcaron en el análisis.
Fuente: La Nueva Mañana