La posibilidad de que Donald Trump sea condenado el año próximo por el asalto al Capitolio podría revivir una enmienda de la Constitución estadounidense que data del final de la Guerra de Secesión y prohíbe a personas que participaron en una insurrección ocupar cargos electivos, aunque analistas ponen en duda que esta normativa, que nunca fue aplicada hasta ahora, se pueda utilizar en el caso de que el expresidente logre la reelección en 2024.
Trump, que es el favorito para las primarias del Partido Republicano, enfrenta actualmente cuatro casos penales, entre ellos el vinculado al asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, cuando cientos de partidarios del exmandatario -y en parte alentados por él- intentaron impedir la certificación de votos de la elección de 2020, que había ganado el demócrata y actual presidente Joe Biden.
La norma en cuestión
“La persona que es señalada como que encabeza esa conspiración es Donald Trump y uno de los cargos que se le están imputando es el de conspiración. Entonces, según lo que dice esa enmienda constitucional, algunos legalistas estadounidenses postulan que él no se podría presentar como candidato porque está en violación con esta sección de la Enmienda 14″, explicó Valeria Carbone, docente e investigadora Universidad de Buenos Aires y Universidad Nacional de La Plata, al ser consultada por Télam.
Dicha enmienda, de hecho, prohibía a quienes “participaran en una insurrección” contra Estados Unidos ocupar cargos civiles, militares o electivos sin la aprobación de dos tercios de la Cámara de Representantes y el Senado.
Según dos profesores de derecho consultados por el diario The New York Times, Trump no podría ser elegible como presidente, en virtud de esta disposición de la Constitución que prohíbe a las personas que han participado en una insurrección ocupar un cargo gubernamental.
Los profesores William Baude de la Universidad de Chicago y Michael Stokes Paulsen de la Universidad de St. Thomas estudiaron el tema durante mucho tiempo y consideraron que Trump no podría ser presidente a menos que dos tercios del Congreso decida concederle una amnistía en su imputación penal por conspiración debido al asalto al Capitolio.
La normativa en cuestión es la Enmienda 14, que se sancionó después de la Guerra de Secesión (1861-1865): fue discutida en 1866 y ratificada en 1868.
“Si bien esta 14 Enmienda habla específicamente de la protección igualitaria de todos los ciudadanos de los Estados Unidos, una de las provisiones que tiene se relaciona con quiénes pueden representar a los ciudadanos en el Congreso”, apuntó Carbone.
“La pregunta que se hacían en ese momento era qué hacer con los representantes de los estados confederados que acababan de perder una guerra, porque estos estados querían volver a mandar a sus representantes, que eran los que habían sido considerados rebeldes y eran los que habían encabezado, básicamente, una revuelta de secesión contra el Gobierno”, comentó la especialista en Estudios de Estados Unidos.
El Congreso, entonces, les impuso a esos estados derrotados condiciones para que se incorporen al nuevo gobierno que se gestó luego de la Guerra de Secesión.
Una de esas condiciones era la obligación de jurar lealtad a Estados Unidos y condenar la acción de aquellos que habían encabezado la secesión de los estados del sur.
“Había ahí un acto comprobado del hecho que se les estaba imputando y habían perdido esa guerra. En este caso lo que hay es una acusación y falta la finalización del juicio. Entonces, hay que ver en qué termina el juicio y después se determinará con base en esta enmienda si él se puede presentar o no como candidato”, explicó.
La campaña de Trump
Trump presentó su precandidatura el 15 de noviembre de 2022, mucho antes que el resto de sus competidores del Partido Republicano, a los que aventaja con holgura para las primarias, según las encuestas.
Sin embargo, en 2024 deberá llevar adelante su campaña hacia las elecciones de noviembre en medio de varios juicios en su contra.
El del asalto al Capitolio comenzará el 4 de marzo, según determinó esta semana la jueza federal del distrito de Washington Tanya Chutkan, que lo acusa de conspiración para engañar a Estados Unidos y conspiración para obstruir un procedimiento oficial.
En una audiencia a principios de agosto, Trump se declaró no culpable de los cargos que se le imputan en este caso, al igual que pasó con el que se le sigue en Georgia, donde es acusado de intentar alterar el resultado de las elecciones de 2020.
La semana pasada Trump, que considera que sufre una “caza de brujas”, se entregó a la Policía del condado de Fulton, Georgia, y se convirtió en el primer expresidente de Estados Unidos en ser fichado con foto policial, antes de ser liberado bajo fianza.
“Hay una retórica política que él puede apelar diciendo que él es un perseguido político. Él tiene su foto, prontuario. Este prontuario en la Policía (…) en algunos estados te inhabilitaría para presentarte como candidato en ese estado. Hasta que él no sea condenado, él está dentro de este gris legal. Por eso él en este momento, por ejemplo, está continuando con su campaña, sus recaudaciones de fondos y ese tipo de cosas”, dijo Carbone.
De todas formas, hay diferencias entre los especialistas sobre qué podría pasar en caso de una condena.
Para Richard L. Hasen, profesor de la Universidad de California, en Los Ángeles, Trump podría ejercer la presidencia si gana la reelección en 2024, más allá de una condena.
“La Constitución tiene muy pocos requisitos para ser presidente, tales como tener al menos 35 años. No prohíbe a nadie que haya sido acusado o condenado, o incluso que haya estado en la cárcel, presentarse como candidato a presidente y ganar la presidencia”, dijo el experto en derecho electoral a la CNN.
Uno de los abogados que defendió a Trump durante su primer juicio político dijo que, de ser reelecto, controlaría el Departamento de Justicia y simplemente podría desestimar los casos que continuaran abiertos en su contra.
En Miami, Florida, un tribunal federal acusó al exmandatario en junio de “retención de documentos clasificados” y “obstrucción de una investigación federal” por haberse llevado cajas llenas de documentos oficiales confidenciales de la Casa Blanca al dejar la presidencia.
En marzo, Trump se convirtió en el primer expresidente de Estados Unidos en ser acusado formalmente después de que un tribunal del estado de Nueva York lo inculpara por fraude fiscal en relación con pagos no declarados para silenciar a la actriz porno Stormy Daniels, con quien tuvo una relación extramatrimonial, para que no perjudicara su candidatura presidencial en 2016.
Si Trump es condenado por un delito grave a nivel federal o en Nueva York, tendría prohibido votar en Florida, su estado natal adoptivo, al menos hasta que hubiera cumplido una posible condena.
Las elecciones primarias en Estados Unidos, de las que saldrán los candidatos presidenciales para los comicios de noviembre, comenzarán en enero de 2024 en el estado de Iowa.
Fuente: Telam